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Nigeria – Abuja (Viernes, 22-02-2019, Gaudium Press) A pesar de las persecuciones lideradas por los terroristas de Boko Haram y otros grupos islámicos radicales, los católicos en Nigeria están dispuestos a mantenerse firmes en la Fe hasta la muerte. Es lo que asegura el Padre Kenneth Chukwuka Iloabuchi, sacerdote nigeriano, en entrevista al Grupo ACI.
El sacerdote resaltó que los católicos que viven en el norte de Nigeria están sufriendo en manos de Boko Haram, «grupo de terroristas que desea borrar las marcas del cristianismo en este mundo», mientras tanto, como respuesta a esta persecución religiosa, los fieles que habitan esa región del país están dando un gran testimonio de Fe.
Una denuncia hecha por el Padre Kenneth en la entrevista es la de que la mayoría de los católicos no pueden andar libremente por el país y viven en la incertidumbre de qué puede suceder en el día siguiente. «Los católicos que vienen los domingos, que participan de las Misas los domingos, entran en una iglesia, pero no saben si saldrán nuevamente», alertó.
A continuación, el sacerdote recordó un hecho ocurrido hace dos años, cuando durante la celebración de la Santa Misa en un poblado en el norte de Nigeria, fue avisado por el sacristán y su ayudante de que Boko Haram había enviado un mensaje amenazando atacar el poblado.
Asustado, el Padre Kenneth preguntó si debía terminar la Misa para que los fieles pudiesen irse. El sacristán «dijo que no, que nunca se fueron de la Iglesia por el miedo a ese grupo. Nunca abandonaron su iglesia por miedo de que ellos entren para matar a las personas, porque si empiezan a vivir así, ellos habrán vencido en la guerra».
El sacerdote confesó que sintió miedo, «pero viendo a las personas alabando a Dios, viviendo la celebración, rezando, tuve que cuestionarme: «¿Tu, siendo sacerdote estás con miedo, mientras esas personas están alabando a Dios?’. Y tuve que coger este ánimo de las personas para celebrar dignamente la Santa Eucaristía y celebrar bien, sin problemas».
Más tarde, ellos supieron que los terroristas habían invadido el poblado vecino y matado a seis personas. «Al día siguiente, estábamos en el entierro de esas personas», recordó. (EPC)
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