Asunción (Lunes, 25-02-2019, Gaudium Press) El Arzobispo Metropolitano de la Santísima Asunción, Paraguay, Mons. Edmundo Valenzuela Mellid, publicó el pasado 24 de febrero, Día de la Mujer Paraguaya, un mensaje a las mujeres en el cual destacó su dignidad y reconoció su inestimable aporte a la sociedad. «En este tiempo especial en que vivimos, la Iglesia se manifiesta con mucho respeto y honra hacia la Mujer», indicó el prelado, «por ser desde siempre la sustentadora de valores en la familia, madre abnegada, esposa virtuosa, servidora incansable, luchadora valiente, protagonista de grandes historias de nuestro querido Paraguay».
Las mujeres constituyen un aporte invaluable para la Iglesia y la sociedad. |
Mons. Valenzuela recordó el agradecimiento a Dios del Papa San Juan Pablo II «por su designio sobre la vocación y la misión de la Mujer» y recordó diferentes facetas por las cuales es apropiado agradecer a las mujeres del país. La primera de ellas es la de Mujer Madre, «que te conviertes en el seno del ser humano con la alegría y los dolores de parto de una experiencia única, la cual te hace sonrisa de Dios para el niño, que viene a la luz y también te hace guía de sus primeros pasos, apoyo de su crecimiento, punto de referencia en el posterior camino de la vida».
El Arzobispo agradeció a la figura de la esposa que «unes irrevocablemente tu destino al de un hombre, mediante una relación de recíproca entrega, al servicio de la comunión y de la vida»; a la figura de hija y hermana, «que aportas al núcleo familiar y también al conjunto de la vida social las riquezas de tu sensibilidad, intuición, generosidad y constancia y a la mujer trabajadora, «que participas en todos los ámbitos de la vida social, económica, cultural, artística y política, mediante el indispensable aporte que das a la elaboración de una cultura, capaz de conciliar razón y sentimiento, a la edificación de estructuras económicas y políticas más ricas de la Humanidad».
Finalmente, el prelado reconoció el valor de la mujer consagrada en la vida religiosa, «que a ejemplo de la más grande de las mujeres, la Madre de Cristo, te abres con docilidad y fidelidad al amor de Dios, ayudando a la Iglesia y a toda la Humanidad a vivir para Dios, una respuesta a la comunión que Él quiere establecer con su criatura». El prelado reiteró a todas la mujeres la gratitud de la Iglesia local y su esperanza de que la mujer «sea valorada, reconocida, promovida y protegida en todos los ambientes donde ella estuviere».
Con información de Arzobispado de la Santísima Asunción.
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