Carapeguá (Jueves, 28-02-2019, Gaudium Press) El pasado martes 26, obispos y sacerdotes fueron hasta la rumba del Siervo de Dios Padre Julio César Ortellado, donde pidieron su pronta beatificación y gracias para su ministerio. La tumba queda en Ybycu’i. Presidió la misa el Arzobispo de Asunción, Mons. Edmundo Valenzuela.
«Para nosotros este es un día de fiesta espiritual que nos abre un horizonte de la santidad. Estamos teniendo una experiencia muy linda con la beatificación de la Hna. María Felicia y ahora venimos pidiendo humildemente al Señor que nos conceda la gracia de ver al padre Julio César Ortellado en camino a los altares: venerable, beato y santo», dijo Mons. Valenzuela en la homilía.
Confianza en Dios y servicio son las dos características que el Arzobispo destacó del P. Ortellado. «Cada uno de nosotros tiene una experiencia diferente del llamado de Dios a su servicio, pero cuando tenemos la piedra fundamental de la confianza en el Señor, Él realiza su obra a través de nosotros», afirmó.
«Su celo pastoral fue extraordinario y pidió construir este templo donde estamos cobijados para gloria de Dios, para que la Eucaristía sea el centro de su vida y de la vida de la comunidad. Y en esa lógica tuvo tantas horas de adoración Eucarística», expresó también.
El Arzobispo de Asunción invitó a los peregrinos clérigos a rezar por la pronta canonización de nuestro Siervo de Dios. Difundamos su vida, que es un hombre de Dios y que ha sabido dedicarse profundamente a la evangelización de los más pobres. ¡Qué ejemplo para nosotros!».
Con información de Aica
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