Washington (Sábado, 02-03-2019, Gaudium Press) El Arzobispo de Kansas City, Estados Unidos, Mons. Joseph F. Naumann, Presidente del Comité de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos para las Actividades Provida, publicó una declaración titulada «Foro sobre Asuntos de Vida: Una preocupación para los católicos en la vida pública». En su comunicación, divulgada a través del informativo Catholic News Service, el prelado recuerda la gravedad de la situación de pecado de quienes promueven el aborto y solicita a los legisladores involucrados en esta actividad no acercarse a la Sagrada Comunión.
Mons. Joseph F. Naumann, Arzobispo de Kansas City, Estados Unidos. Foto: Arquidiócesis de Kansas City. |
«Los esfuerzos recientes para perpetuar y expandir el aborto en las leyes estatales han sacado a la luz las deplorables acciones de algunos funcionarios públicos y abogados católicos», lamentó Mons. Naumann, quien alertó que el apoyo a dichas legislaciones «va a resultar en el asesinato de muchos más niños por nacer, así como la herida espiritual y emocional de sus madres y padres».
Estos actos tienen consecuencias espirituales para sus autores. «Abogar por actos intrínsecamente malos, como el aborto, constituye un acto inmoral grave que involucra asuntos graves, requisito previo para la comisión de un pecado mortal», advirtió el Arzobispo, quien aclaró que sólo Dios puede juzgar el alma de cada persona, pero recordó que el Día del Juicio llegará de cualquier modo. «El pecado mortal consciente y no arrepentido pone en peligro nuestras almas eternas y nos coloca en un camino hacia el infierno».
«Recibir a nuestro Señor Eucarístico, mientras está en un estado de pecado mortal, solo pone en peligro el destino eterno de nuestras almas», recordó el prelado, quien indicó el camino hacia la misericordia de Dios: el arrepentimiento sincero, la conversión del corazón y el esfuerzo genuino de reparar el daño causado. «En mi propio papel como Obispo, tengo la gran responsabilidad de asegurarme de que los encargados de mi cuidado pastoral sean conscientes de la gravedad moral y las consecuencias espirituales de sus acciones. También tengo la grave obligación de proteger a otros miembros de mi rebaño de ser engañados por una aparente tolerancia al comportamiento escandaloso de algunos católicos en la vida pública».
Por estos motivos, Mons. Naumann alertó sobre la disciplina de la Iglesia en estos casos. «Si, incluso después de un diálogo prolongado, un católico en la vida pública persiste en acciones escandalosas, he encontrado que es necesario solicitar que no se presenten para recibir la Sagrada Comunión, para su propio bienestar espiritual y para proteger a muchos otros de la confusión moral», concluyó el Arzobispo. «Invito a todos los católicos a orar por la sanación espiritual de todos aquellos involucrados o que abogan por un aborto legalizado. Cuando realmente nos arrepentimos, Dios siempre está ansioso por prodigarnos con su misericordia».
Con información de Obispos Católicos de Estados Unidos.
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