Indianápolis (Miércoles, 06-03-2019, Gaudium Press) Cerca de cien estudiantes de la escuela católica de la Parroquia de San Bartolomé en Columbus, Estados Unidos, pudieron participar personalmente en la labor de quemar los ramos benditos para elaborar la ceniza necesaria para el Miércoles de Ceniza. Esta experiencia fue una oportunidad de acercamiento y reflexión sobre el sentido de la Cuaresma y un contacto directo con la Liturgia de uno de los días más especiales del culto católico.
Los ramos benditos son quemados para crear la ceniza que se impone a los fieles al inicio de la Cuaresma. Foto: Costrel. |
«Creo que esta es una oportunidad para enseñarles y lograr que se involucren y trabajen con sus manos en lugar de simplemente hablarlo en el salón de clases», expuso a CNS Connie Sandlin, coordinadora de liturgia de la parroquia. Los fieles locales recibieron la invitación de retornar los ramos benditos de la Semana Santa anterior y los alumnos participaron cortándolos y depositándolos en canastas para facilitar su quema organizada.
Mientras los alumnos llevaban a cabo este proceso, varios maestros y seglares les explicaron el sentido de su labor y el significado espiritual de la ceniza que se impone en las cabezas de los fieles al inicio de la Cuaresma. El P. Michael Witczak, Profesor de Estudios Litúrgicos y Teología Sacramental de la Universidad Católica de América, explicó a CNS que la tradición de la ceniza proviene de las prácticas públicas de penitencia y fue tomando su forma actual cerca del siglo IX. «Es un recordatorio bastante gráfico de que nuestro tiempo es limitado y de que necesitamos tomar en serio el llamado de Dios a cambiar nuestras vidas», expuso. El hecho de que se quemen los ramos benditos del Domingo de Ramos aporta un sentido adicional de humildad. «Reconocemos nuestra capacidad de ser personas que alaban a Dios por su bondad y personas que dan su espalda a Dios cuando las cosas se ponen difíciles».
Como tal, no existe un ritual prescrito por la Iglesia universal o normas específicas para la quema de los ramos, de forma que las Iglesias locales pueden decidir la manera en la que se lleva a cabo esta actividad. Para el caso de la Parroquia de San Bartolomé, un diácono reunió a los estudiantes en torno al lugar donde se haría la hoguera e hizo una lectura de la Sagrada Escritura antes de encender los ramos preparados por los alumnos. El Párroco, P. Clement Davis, manifestó su deseo de que los niños y jóvenes puedan interiorizar los símbolos litúrgicos de la Iglesia. «Se trata de una transición, y mucho de sus vidas va a tener que ver con la transición», comentó el sacerdote. «Morir a una cosa para poder abrazar algo nuevo».
Con información de Detroit Catholic.
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