Chillán (Lunes, 26-10-2009, Gaudium Press) Alrededor de 200 mil personas de todo el país se congregaron en la diócesis en Chillán para participar del VIII Congreso Nacional de Padres y Apoderados Católicos (UNAPAC). Bajo el lema «Familia, Escuela de Discípulo Misionero», los fieles asistentes reflexionaron la jornada del sábado 24 sobre el impulso misionero de la familia y su valor fundamental como eje del desarrollo social y de la Misión Continental.
El congreso organizado por el Área de Educación de la Conferencia Episcopal en coordinación con UNAPAC y la Vicaría Episcopal para la Educación de la diócesis de Chillán, contó con la participación de la ministra de educación, Mónica Jiménez quién felicitó a los coordinadores de la actividad por resaltar la misión educativa a la que los padres están llamados y la relevancia de esta labor como pieza clave en el desarrollo de una mejor educación.
«Un saludo a todos ellos porque revitalizan los aspectos fundamentales de la educación que estamos entregando a las niñas y niños de nuestro país. Creo que debieran existir muchas más de estas agrupaciones porque se puede aprender a ser padre, ya que nadie nos enseñó a serlo», señaló.
Acoger a los alumnos que no pueden preparar la PSU
En la ocasión, el Obispo de Chillán y presidente del Área de Educación de la Conferencia Episcopal, monseñor Carlos Pellegrin instó a los presentes a «asumir esta etapa de la historia humana, fortaleciendo la indispensable alianza estratégica entre la familia y la escuela» y destacó el llamado de la Iglesia a las familias, para que asuman los desafíos actuales con espíritu renovado y así vivir plenamente el «itinerario de amor de la familia misionera».
En el contexto del paro nacional indefinido que el gremio de los profesores ha decretado, monseñor Pellegrin hizo explícito el llamado de la Iglesia a los colegios católicos a acoger a los estudiantes de colegios municipales que han visto afectada su preparación para la Prueba de Selección Universitaria (PSU).
«He realizado un llamado a las instituciones de nuestra iglesia, entiéndase los colegios católicos, para ver las posibilidades de poder ayudar a las familias que tienen alumnos que se preparan para la PSU, y que se han visto impedidos de preparase debido a esta huelga de los profesores», manifestó.
Al finalizar, añadió: «Ya es algo histórico que son los niños y niñas los más afectados, sobre todo en este periodo del año que están concluyendo todas las evaluaciones de los colegios, en que hay preparación para la PSU, es sumamente dañino y son los que más sufren».
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