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Bogotá (Lunes, 26-10-2009, Gaudium Press) La Conferencia Episcopal de Colombia y el Grupo de Acción Unificada para la Libertad Personal (Gaula) de la Policía Nacional, realizaron ayer en la catedral primada de Bogotá, la jornada de oración «Campanas por la Libertad, No al Secuestro». El acto tuvo la asistencia de familiares de los rehenes, miembros de la fuerza pública, religiosos y capellanes castrenses.
Fue un encuentro de fe y esperanza con la palabra libertad para todos los secuestrados y, el repicar de las campanas de los templos en Colombia, como símbolo de rechazo del secuestro.
Durante la homilía, Mons. Fabio Suescún, obispo castrense del país, hizo un llamado al regreso a sus hogares de todos los retenidos: «deseamos que los secuestrados vean de nuevo la luz de la libertad. Dios ten compasión de nuestros hermanos (policías, soldados y civiles) y sus familias a quienes les han quitado injustamente la libertad», dijo.
«Asimismo ten misericordia de sus captores, de la ceguera de corazón en la que se encuentran, que no miden la gravedad y el dolor que le han producido a las familias de cada secuestrado», agregó.
Entre tanto el Secretario de CEC, Mons. Juan Vicente Córdoba y quien representa a la Iglesia católica como mediadora y facilitadora en el proceso de liberación, señaló que aunque se han establecido diálogos, aún no se concreta la fecha para que el Cabo del Ejército Pablo Moncayo y el soldado Daniel Calvo sean liberados y los restos mortales del Capitán de la Policía Julián Guevara, muerto en cautiverio, sean entregados.
«Hay que decirles que estamos unidos de corazón con ellos, a pesar del tiempo y de los años que han permanecido en cautiverio no los hemos olvidado. Hemos guardado un poco de silencio, ya que no queremos que el proceso se vaya a entorpecer, los diálogos existen», agregó.
El prelado añadió que la simbología del repique de las campanas, «son las campanas de la libertad, sin política, sin colores, oramos por lo que están secuestrados; oramos por sus familias y por la paz de Colombia», dijo Mons. Córdoba.
Finalmente envió un mensaje a los rehenes, «junto a todos sus familiares no cesaremos un solo segundo en seguir luchando por ustedes, no los hemos olvidado, es el momento para trabajar de manera más decidida por su liberación».
Por último el General de la Policía Nacional, Orlando Páez, Director de Seguridad Ciudadana, agradeció a Dios por el acto y pidió al Señor por intersección de la Virgen, «para que nuestras suplicas y ruegos sean escuchados y nuestros compatriotas regresen a casa», dijo.
«Los colombianos nos congregamos para pedirle a Dios nuestro Señor, por el bienestar de ellos y para que las Farc (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), ablanden su corazón y permitan que todos los uniformados de la Patria y los civiles regresen a sus hogares», expresó.
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