Montreal (Sábado, 23-03-2019, Gaudium Press) El P. Claude Grou, miembro de la Congregación de la Santa Cruz y Rector del Oratorio de San José en Montreal, Canadá, fue víctima de un ataque de un desconocido durante la celebración de una Eucaristía televisada en la cripta del Oratorio. El suceso, registrado durante la Misa de 8:30 AM del día 22 de marzo, fue rechazado por las autoridades civiles y eclesiásticas, mientras el sacerdote se recupera satisfactoriamente.
P. Claude Grou, Rector del Oratorio de San José en Montreal, Canadá. Foto: Salt and Light. |
«Al final del salmo, justo antes del Evangelio, hay un hombre que viene no se sabe de dónde (yo filmo únicamente el frente de la cripta) y que se mueve rápido», relató a Salt and Light Televisión Dinh Khoi Vu, quien dirigió la transmisión. «El P. Grou lo vio venir con su cuchillo. Tuvo la reacción de moverse a un lado, pero aún fue tocado. El cuchillo cayó. El agresor no lo pudo levantar. Varios fieles se apresuraron a agarrarlo».
El P. Grou fue llevado en una ambulancia, mientras permanecía consciente y sentado en una silla de ruedas. El hombre responsable del atentado, quien no profirió ninguna amenaza y simplemente atacó al presbítero , fue identificado como Vlad Cristian Eremia, de 26 años de edad, y acusado de los delitos de intento de homicidio y asalto a mano armada. El sacerdote fue tratado por heridas menores y dado de alta del hospital. «Necesita algunos días», comentó Céline Barbeau, vocera del Oratorio de San José. «Pero él está en un muy buen estado mental. Y de hecho está ansioso por regresar a las labores. Tenemos que contenerlo».
«Frente a este drama humano, mis pensamientos también están con aquellos que estuvieron presentes en la misa, con los fieles de aquí y en el extranjero y con toda la sociedad, porque todos estamos afectados», comentó en un comunicado oficial Mons. Christian Lépine,
Arzobispo de Montreal. «Todos estamos impactados por este acto de violencia que ha tenido lugar en nuestra ciudad, en un espacio dedicado a la paz». El prelado motivó a los fieles a trabajar en vencer el mal a través de la oración y las buenas obras. «
«Me gustaría especialmente reconocer a los primeros en responder, especialmente a aquellos que protegieron valientemente al Padre Grou», concluyó el prelado. «Agradezco a la policía por su respuesta oportuna, a los técnicos de ambulancia por su diligencia, y al personal de apoyo por su valentía».
Con información de The Catholic Sun y Arquidiócesis de Montreal.
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