Mundo (Lunes, 25-03-2019, Gaudium Press) El Día del Niño por Nacer es una celebración que lentamente toma fuerza en el mundo. Directamente inspirada en la festividad de la Anunciación del Señor (25 de marzo), que marca el comienzo de la vida terrena de Jesucristo en el vientre de su Santísima Madre, la jornada hace un llamado al respeto de la vida humana desde el momento de la fecundación. En países como España, Polonia y Argentina se realizaron multitudinarias marchas para exigir la defensa del derecho a la vida y el final del aborto.
Marcha por la Vida en Argentina. Foto: AICA. |
En el caso de Polonia, la celebración está marcada por numerosos eventos locales y por primera vez se convocó a una Marcha Nacional en la ciudad de Varsovia el pasado 24 de marzo. «Estamos aquí porque amamos la vida. Amamos la vida porque amamos a Aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida. Debemos ser fieles a esto», comentó en su discurso Marek Grabowski, presidente de la Fundación «Mamy i Taty». Los presentes recordaron la iniciativa Stop Abortion que pidió a los legisladores la protección de la vida naciente sin excepción alguna y que presentó más de 800 mil firmas de ciudadanos. «Esperamos que los gobernantes adopten una convención favorable a la familia y la promuevan entre los gobiernos de otros países europeos, especialmente los países de Europa Central», indicaron los organizadores.
Otro país que celebraba por primera vez una marcha nacional centrada en la fiesta de la Anunciación (se realizó anteriormente en el mes de mayo) fue Argentina. En la ciudad de Buenos Aires, más de 300 mil personas se dieron cita para reafirmar el compromiso de defensa de la vida tras una fuerte campaña proabortista que suscitó un encendido debate a nivel nacional pero que fracasó a la hora de legalizar el aborto en el Congreso de la Nación. La marcha se replicó en más de 210 poblaciones y sumó en total hasta dos millones y medio de personas en todo el país.
Marcha por la Vida en Polonia. Foto: KAI. |
Alejandro Geyer, uno de los organizadores de la Marcha por la Vida Argentina, expuso ante la multitud los tres motivos fundamentales de la conmemoración: «El derecho de todos a nacer, el derecho de las familias de educar a sus hijos sin ideología de género y la necesidad de tomar conciencia de que en nuestro país, especialmente en este año de elecciones, nosotros definimos el futuro de la patria, de la familia y de millones de niños por nacer». Los promotores del derecho a la vida han acuñado con éxito la frase «Salvemos las Dos Vidas» y el uso de un pañuelo celeste en contraposición a los pañuelos verdes y las violentas manifestaciones de promotores del aborto, responsables de numerosos actos de vandalismo en todo el país.
De manera paradójica, el color verde (si bien mucho más claro) es el que identificó a los participantes de la marcha Sí a la Vida de Madrid, España. Miles de ciudadanos se dieron cita en la calle Serrano hasta la emblemática Puerta de Alcalá, lugar donde se compartieron testimonios y discursos en favor de la vida y la familia. «Hay que derogar la actual ley del aborto y legislar una nueva norma que defienda sin fisuras a todo ser humano desde su concepción hasta la muerte natural», exigió Alicia Latorre, Presidenta de la Federación de Asociaciones Provida de España y coordinadora de la marcha. «La vida vale igual independientemente de cómo haya sido concebida, si viene con una enfermedad. Una sociedad más avanzada es la que defiende y protege a las personas más vulnerables».
Marcha Si a la Vida en España. Foto: Hazte Oír. |
Pero la lucha por el final del aborto no es únicamente material o política. Los Obispos de Polonia, después de su reciente Asamblea Plenaria, propusieron unir la lucha por la vida a las prácticas cuaresmales de forma espiritual. Los prelados «pidieron que en todas las parroquias se emprendiera el trabajo de adopción espiritual de un niño concebido. Es un compromiso de nueve meses de oración por el niño por nacer cuya vida está amenazada por el aborto», expuso el portavoz de la Conferencia Episcopal de Polonia, P. Pawel Rytel-Andrianik. «Unirse a una obra de adopción espiritual puede ser un hermoso acento a nuestra experiencia de Cuaresma».
La oración de adopción puede hacerse de manera personal o comunitaria y se propone que las parroquias promuevan activamente esta iniciativa. «Es necesario pronunciar la fórmula correcta de la promesa y durante 9 meses consecutivos considerar y recitar un misterio del Rosario y una oración especial por la intención del niño y sus padres. También se pueden hacer disposiciones adicionales, por ejemplo, la adoración del Santísimo Sacramento, la lectura de las Sagradas Escrituras o el ayuno», indicó la Conferencia de Obispos. Los Obispos crearon una página web para este fin, donde los fieles pueden hallar instrucciones detalladas y descargar materiales de apoyo.
Con información de KAI, ACI, Infocatólica y KEP.
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