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Bourges – Francia (Lunes, 25-03-2019, Gaudium Press) El Instituto de las Pequeñas Hermanas Discípulas del Cordero, tiene vocación contemplativa.
La Comunidad de religiosas fue fundada en 1985.
En el año 1999 ella fue erigida como Instituto religioso de vida contemplativa por Mons. Pierre Plateau obispo de una ciudad de 77 mil habitantes localizada en la región central de Francia, Bourges.
El 15 de diciembre de 2011, Mons. Maillard, Arzobispo de Bourges, aprueba de manera definitiva las Constituciones del Instituto de las Hermanas Pequeñas Discípulas del Cordero.
Hasta aquí todo ocurre como todos los institutos y congregaciones religiosas, pero las Hermanas Pequeñas Discípulas del Cordero, además de tener su carisma propio y su espiritualidad característica, tiene algo más:
Ellas reciben en sus filas jóvenes portadoras del síndrome de Down ofreciéndoles la posibilidad de realizar su vocación religiosa.
Una conquista caracterizada por mucha caridad y amor a Dios y al prójimo y que solo puede ser posible porque es apoyada por hermanas que no poseen síndrome de Down y que respondieron a un llamado para amar a los pequeños, consagrándose a Dios con sus hermanas con deficiencia para formar una única comunidad con ellas.
Una historia y muchos resultados
Todo comenzó con el encuentro de dos jóvenes: Madre Line (que ahora es priora de la comunidad) y Hermana Véronique, una joven con Síndrome de Down, ahora religiosa contemplativa.
La Madre Line vio en el alma de la joven Véronique una verdadera vocación.
Ella percibió que precisaría de ayuda, mucha ayuda, porque todas las comunidades religiosas en que Véronique había intentado entrar estaban reacias en recibirla.
Así, dice el site de Las pequeñas Discípulas del Cordero, año tras año, la comunidad -reconocida por la iglesia y liderada por el Espíritu Santo- se adaptó al Síndrome de Down a la vida religiosa.
La comunidad fue reconocida en 1990 por el entonces Arzobispo de Tours, Mons. Jean Honoré, como una asociación pública de fieles laicos, lo que fue confirmado en 1995 por el entonces Obispo de Bourges, Mons. Pierre Plateau.
En diciembre de 2011, Mons. Armand Maillard, Obispo de Bourges, aprobó definitivamente la Constitución del Instituto de las Hermanitas Discípulas del Cordero.
En su vida cotidiana, estas religiosas participan de la Misa, rezan y realizan trabajos de costura, bordados, confitería, entre otros.
La comunidad recibe asistencia del monasterio benedictino de Fontgombault.
En el campo espiritual, la validez y la incapacidad son términos relativos…
La Madre Line afirmó, en declaraciones hechas al diario español La Razón, en 2009, que «en el ámbito espiritual, los términos de «validez» y de «incapacidad» deben relativizarse».
Y ella continúa: «La incapacidad más grave acaso no es aquella producida por el pecado, que obstaculiza la vida de Dios en el alma?», pregunta, para luego afirmar: «una persona que acoge plenamente la gracia se construye y se abre también humanamente» .
Un consejo
En 2005, con ocasión de los 20 años de fundación del Instituto de las Pequeñas Hermanas Discípulas del Cordero, Mons. Pierre Plateau animó a la comunidad de religiosas contemplativas a seguir respondiendo el llamado de Cristo afirmando que, «porque las ama, Jesús las llamó, probablemente porque quiere que su pequeña comunidad demuestre a un mundo muy egoísta la ternura de Dios para todos los que lo reconocen y cómo los pequeños son capaces de demostrar mucho amor y más que otros. Esta es la manera en que el Instituto proclama la Buena Nueva. (JSG)
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