Mons. Silvio Báez dice que es preciso fiscalizar el diálogo en Nicaragua

Ciudad del Vaticano (Martes, 26-03-2019, Gaudium Press) Mientras continúan los diálogos entre el gobierno orteguista y la oposición nicaragüense, aglutinada en la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, el Papa Francisco volvió a mencionar el país centroamericano en el Ángelus, el domingo pasado, cuando animó «a las partes a encontrar una solución pacífica lo antes posibles para el bien de todos».

Mons. Báez – Foto: Confidencial

Haciéndose eco del mensaje del Pontífice, Mons. Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, declaró que la alusión era un hecho «esperanzador para que haya frutos auténticos para la paz, la democracia y la libertad de Nicaragua». Entretanto, prelados como el Cardenal Leopoldo Brenes, no dejaron de hacer advertencias, para que no se cometan errores que terminen oscureciendo el futuro del país.

Es importante dialogar, declaró el purpurado. «Siempre y cuando no se haga nada por debajo de la mesa, siempre y cuando se dialogue con sinceridad. Y sobre todo que no se busquen prebendas personales, del partido o de una representación social», dijo el Cardenal. Afirmó también que las negociaciones no son para que una parte aplaste a la otra, sino que se deben escuchar «las mejores ideas y se tome la mejor opción para el bien común de la comunidad».

Fiscalizar el diálogo

El futuro de Nicaragua está en juego en esas negociaciones. Por ello Mons. Silvio Báez instó a la población a que realice una fiscalización de ese proceso, para que «no se enferme, no se desvirtúe», para que dé buenos frutos para el país. «Tampoco puede ser un diálogo que encubra las voluntades de los más poderosos que podrían estar detrás. Para que no haya pactos ocultos a las espaldas del pueblo», aseguró.

Es también un diálogo que no se puede dejar morir, dijo, pues «o dialogamos o nos destruimos todos».

Oposición pide regreso de CIDH

La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, ha pedido la presencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que junto con la Cruz Roja, acompañen la posible liberación de presos políticos, en cuyo protocolo, declara, se han dado avances. El régimen orteguista rechaza esta iniciativa.

Se calculan en 600 los presos políticos desde que se iniciaron las protestas en abril del año pasado, tras las reformas al sistema de seguridad social. De estos se han liberado alrededor de 100. Se ha acordado un plazo máximo de 90 días, para la liberación de todos los presos políticos, plazo que a Mons. Silvio Báez le parece excesivo.