miércoles, 27 de noviembre de 2024
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Iglesia y corazón, lugares donde entramos en contacto con Dios, dice Fray Cantalamessa

Ciudad del Vaticano (Martes, 26-03-2019, Gaudium Press) En la mañana del viernes 22, fue realizada la segunda Predicación de Cuaresma de Fray Raniero Cantalamessa.

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El tema que el Predicador oficial de la Casa Pontificia está desarrollando, en estos viernes de Cuaresma, es «Volver para dentro de sí» extraído del pensamiento de San Agustín.

El fraile Capuchino pronunció su predicación en la Capilla Redemptoris Mater, en el Vaticano.

Volver para dentro de sí

Cantalamessa afirmó que, en efecto, San Agustín lanzó un apelo que, muchos siglos después, mantuvo intacta su relevancia:
«Volver para dentro de sí», pues la verdad reside en el interior del hombre.

El comentó también que en el Salmo «Mi alma tiene sed de Dios vivo», podemos meditar sobre el «lugar» donde cada uno de nosotros entra en contacto con el Dios vivo.

En el sentido universal y sacramental este «lugar» es la «Iglesia», afirmó el predicador, pero en el sentido personal y existencial ese lugar es «nuestro corazón», llamado por la Escritura como «el hombre interior, el hombre oculto en el corazón».

Desierto exterior, desierto interior

Fray Cantalamessa recordó que en este período de Cuaresma reflexionamos también sobre «los cuarenta días que Jesús pasó en el desierto». Allí debemos ir para encontrarnos con Él, dijo.

Pero, recuerda el predicador, ni todos pueden ir a un desierto exterior, pero si a un desierto interior, que es nuestro corazón:
«Cristo habita en la interioridad del hombre», dijo San Agustín.

Realizar la conversión interior

Una imagen simbólica del Evangelio que nos ayuda a realizar nuestra conversión interior es el episodio de Zaqueo, explica el Predicador de la Casa Pontificia.

Zaqueo quiere conocer a Jesús. Él sale de su casa, entra en medio de la multitud, sobre un árbol y lo busca.

Viéndolo, Jesús le dijo: «Zaqueo, baja inmediatamente, porque hoy tengo de entrar a tu casa».

Fue así que él conoció, realmente, quien era Jesús y encontró la salvación.

Zaqueo y nosotros

Nosotros somos muy parecidos con Zaqueo, dijo Cantalamessa: buscamos a Jesús fuera de nosotros, en las calles, en la multitud.

Sin embargo, la invitación de Jesús es para irnos a nuestra casa, a nuestros corazones para Él allí encontrarse con nosotros.

Un valor que está en crisis, en extinción

Con este pasaje evangélico, Cantalamessa explicó el significado de «interioridad», un valor que está en crisis, que está siendo extinto.

La «vida interior», que antes era sinónimo de «vida espiritual», explica, ahora parece ser encarada con desconfianza.

Algunas de las causas de esta crisis interior dicen al respecto de nuestra naturaleza humana; otras se refieren a la emergencia «social».

Vivimos en una civilización proyectada al exterior

No son apenas los jóvenes que están sobrecargados de exterioridad: ¡también los religiosos están llenos de exterioridades!

Disipación es el nombre de la enfermedad mortal que mina y solapa la vida interior de todos, subrayó el predicador.

Cantalamessa además citó la obra de Santa Teresa de Ávila titulada «El Castillo Interior», uno de los frutos más maduros de la doctrina cristiana de la interioridad.

Pero, afirmó el Predicador de la Casa Pontificia, infelizmente, hay también un «castillo exterior», del cual somos prisioneros.

Es por eso que debemos redescubrir y preservar nuestra interioridad, subrayó, para concluir. (JSG)

(De la Redacción de Gaudium Press, con informaciones de Vatican News)

 

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