Ciudad del Vaticano (Miércoles, 27-03-2019, Gaudium Press) El Papa Francisco dedicó a Roma su mañana de este martes. Él visitó el Capitolio, sede de la Prefectura de Roma, donde fue recibido por la prefecta romana Virginia Raggi con quien mantuvo un cordial coloquio privado.
Francisco pudo, desde el Gabinete de la Prefecta, ver, descortinado delante de sí, el panorama histórico de los Foros Romanos, además de otros puntos históricos de la Ciudad Eterna.
Los funcionarios de la Prefectura pudieron también saludar al Papa que les obsequió con ejemplares de su libro «Repensar el futuro», donde Francisco compila sus discursos sobre Europa.
El Pontífice firmó el libro de oro de visitantes del Capitolio para, en seguida, él y la prefecta pronunciar sus discursos.
Roma para Francisco
Francisco elogió la Ciudad Eterna enalteciendo su historia y su glorioso pasado:
«Roma, en el transcurso de sus casi 2.800 años de historia, supo acoger e integrar diversas poblaciones y personas provenientes de diferentes partes del mundo», su rico patrimonio artístico, cultural y religioso hizo de la ciudad meta de vistas de pueblos de todo el mundo.
Para el Papa, «La ‘Ciudad eterna’ es como un enorme cofre de tesoros espirituales, históricos, artísticos e institucionales y, al mismo tiempo, es el lugar habitado por cerca de tres millones de personas, que son la honra y la fatiga de cada administrador, de quien quiera que se empeñe por el bien común de la ciudad.»
Refiriéndose al Capitolio, a la Cúpula de Michelangelo y al Coliseo, el Pontífice dijo que ellos son los emblemas y la síntesis de esa ciudad que posee una vocación universal, pero que exige un «coraje creativo» para que tanto esplendor no se degrade.
Es decisivo que Roma se mantenga a la altura de su tarea y su historia, que sepa ser, no obstante las actuales circunstancias, farol de civilidad, dijo el Papa.
«Roma exige y merece la real, sabia y generosa colaboración de todos», afirmó Francisco que además quiso incentivar y estimular Roma y a los romanos:
«Roma, ciudad acogedora, es llamada a enfrentar este desafío de la época en el surco de su noble historia; a utilizar sus energías para acoger e integrar, para transformar tensiones y problemas en oportunidades de encuentro y crecimiento».
Maria Salus Populi Romani
Antes del Papa regresar al Vaticano, hubo intercambio de regalos y el saludo a los residentes y los funcionarios de la prefectura.
Por último, Francisco confió a todos los administradores a la protección de Maria Salus Populi Romani y de los santos patronos Pedro y Pablo.
«Que ustedes puedan ser concordes al servicio de esta amada Ciudad, en la cual el Señor me llamó a desempeñar mi ministerio episcopal.» (JSG)
(De la Redacción de Gaudium Press, con informaciones de Vatican News)
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