Fátima -Portugal (Viernes, 29-03-2019, Gaudium Press) El Santuario de Fátima señalará el centenario de la muerte de San Francisco Marto, el niño que vio a Nuestra Señora en la Cova de la Iria, el próximo día 4 de abril, promoviendo una programación especial.
Los festejos celebrativos comienzan el día anterior, con una vigilia de oración que será iniciada a las 21:30 horas, con la recitación del rosario, en la Capillita de las Apariciones. Después del rosario se inicia una procesión hasta la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, donde habrá la veneración del túmulo de San Francisco Marto.
El día 4 de abril será rezado el Santo Rosario a las 10:00 horas, en la Capillita de las Apariciones.
En seguida, a las 10:45 horas, conduciendo el Ícono de San Francisco Marto, se forma la procesión que se dirige a la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Fátima donde tendrá lugar la Misa Votiva de los Pastorcitos de Fátima.
Programación
Está agendada para las 14:00 horas la lectura de la Cuarta Memoria de las Memorias de la Hermana Lucía, en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Fátima.
Una hora después habrá adoración eucarística en el mismo lugar.
A las 16:30 horas el Recinto de Oración también será lugar para la lectura de la referida Cuarta Memoria.
Una hora después, en la Capilla del Santísimo Sacramento, se celebran vísperas solemnes.
En la casa del Pastorcito
A partir del día 4 de abril, será distribuido un folder conmemorativo del centenario de la muerte de Francisco.
El folder será distribuido, hasta el final del año pastoral, solamente en la casa donde vivió Francisco y su hermana Santa Jacinta, en Aljustrel, estando disponible en los siete idiomas oficiales del Santuario de Fátima.
Todavía en el día 4, los peregrinos que visiten el cuarto del vidente, tendrán oportunidad de oír la grabación del trecho de la narración de la muerte de Francisco que fue tomada de las Memorias de la Hermana Lucía.
El túmulo del pequeño pastor, en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario, a partir del día en que se señala el centenario de su muerte, hasta el final del año pastoral tendrá celebraciones especiales.
Todavía dentro de las conmemoraciones del centenario, el día 7 de abril, la Basílica de Nuestra Señora del Rosario promueve el Concierto Conmemorativo del Centenario de la Muerte de San Francisco Marto, a las 15:30 horas, por el Grupo Vocal LUSIOVOCE.
Memorias de un niño Santo que buscaba lo absoluto
Pedro Valinho Gomes, que es el responsable por el Departamento de Acogida de Peregrinos, en declaraciones en la Sala de Prensa del Santuario de Fátima, considera que «100 años después de la muerte de Francisco, recordarlo teniendo en cuenta que él fue canonizado en 2017, es recordar a la Iglesia una característica fundamental de la santidad cristiana, que es la apertura a lo absoluto».
«Francisco era un niño de lo absoluto, centrado en aquello que es lo esencial de la vida», reitera el teólogo y antiguo asesor de la Postulación para la Causa de la Canonización de Francisco y Jacinta Marto.
Después de las apariciones, Francisco «comprende perfectamente que la vida que tiene, le es dada para ser gastada en una relación que valga la pena, y él encuentra esa relación con Dios», y por eso es que el pequeño pastor «busca el silencio, por eso es que él es un niño contemplativo, por eso es que él tiene una relación especial con la creación, porque en la creación él encuentra al Creador, en el silencio él encuentra aquello que se le reveló en silencio».
Francisco no oía aquello que decía Nuestra Señora y el Ángel, y por tanto, «él apuesta toda su breve vida, en la entrega total al Creador».
Según Valinho Gomes, «señalar esta fecha es señalar su segundo nacimiento, el nacimiento definitivo para lo absoluto, y es recordar a la Iglesia esto mismo, que podemos hacer mucho, porque podemos y debemos apostar todo lo que somos en la entrega a los demás, pero esto solo tiene sentido en la medida en que en la base tiene que estar una relación con Dios y es esto que Francisco nos enseña».
El Santuario de Fátima «tiene una responsabilidad, de ofrecer a los peregrinos el contenido catequético del mensaje aquí dejado a aquellos tres niños, y ese mensaje no es apenas el resultado de aquello que oyeron, es también su ejemplo de vida».
«Podemos aprender y vivir este mensaje a través del programa celebrativo preparado especialmente para este día, un programa para mirar a Francisco, pero mirar a través de Francisco», concluye Pedro Valinho Gomes. (JSG)
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