San Pablo (Martes, 27-10-2009, Gaudium Press) El arzobispo de San Pablo, cardenal Odilo Pedro Scherer, dijo en un artículo publicado hoy 27 por la arquidiócesis de San Pablo que, «infelizmente, la mayoría de los católicos fue apenas bautizada, no evangelizada» y que dejar al «cristiano por cuenta de una evangelización genérica es insuficiente».
Mons. Odilo retomó los temas «evangelización kerigmática (evangelización del anuncio) e iniciación a la vida cristiana», tratados durante la «Asamblea de las Iglesias» de la Regional Sur 1 de la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil (CNBB). El evento ocurrió en los días 16 al 18 de este mes en Itaici, estado de San Pablo, y contó con la participación de obispos y representantes de las organizaciones eclesiales y pastorales de las diócesis de San Pablo.
En el artículo titulado «Aprender a ser católico», el cardenal dijo que el «bautismo es una gracia de Dios y la fe, un don del Espíritu Santo», pero la vivencia de esa fe necesita ser aprendida y eso «supone un proceso continuo a lo largo de las etapas de la vida del hombre».
«Gracias a Dios, hoy vamos recuperando una práctica común en los primeros siglos de la vida de la Iglesia, cuando existía el catecumenado – antes del bautismo – y una iniciación a la vida cristiana, después de él. Por lo menos, ya comenzamos a hablar de eso y a tomar conciencia de que éste es el camino correcto», señaló.
Para el prelado, más que la evangelización de los catecúmenos, es necesario evangelizar a la mayoría de los bautizados. «La CNBB ya trató el tema en su Asamblea General en abril pasado y nuestra Regional Sur 1 hizo lo mismo hace diez días. El asunto también fue tema de la 3ª Semana Brasileña de Catequesis a comienzos de octubre. En nuestra arquidiócesis, el asunto también está suscitando reflexión. Quiera Dios que avance», afirmó.
El artículo resalta que esa «iniciación a la vida cristiana comienza con el anuncio kerigmático, mediante el cual la persona es llevada al encuentro con Jesucristo y colocada delante del núcleo central de la fe cristiana: Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre, es nuestro Salvador. «El kerigma ( ), anunciado y testimoniado con fe, suscita la fe en aquellos que lo reciben, por la acción del Espíritu Santo», complementa.
Después, observa Mons. Scherer, es necesario seguir la iniciación a la vida cristiana y aprender a relacionarse con Dios, aprender a escuchar su palabra y conocer las verdades de la fe cristiana profesadas en el «Credo» y explicadas por la Iglesia en el Catecismo.
«Esta iniciación también lleva al fiel a ‘aprender’ la manera propia de la vivencia cristiana, la mística cristiana. Así, durante la vida entera, el cristiano está ‘en la escuela del Evangelio’ y va aprendiendo a ser fiel a Jesús, siguiéndolo en su camino».
El purpurado observa que este aprendizaje no debe ser «meramente intelectual», aunque forme parte del proceso porque la «fe también necesita ser conocida por la inteligencia» y que también se convierta en un aprendizaje «existencial».
«La vivencia cristiana se expresa en una relación filial y familiar con Dios, nuestro Padre. La iniciación a la vida cristiana será buena si ayuda a los fieles a vivir como buenos hijos e hijas de Dios. Otra bella manera de comprender la vida cristiana es la ‘amistad’ con Cristo».
Al concluir el artículo, el arzobispo metropolitano dice que la formación del cristiano adulto en la fe es misión y trabajo de la Iglesia y quien ya es discípulo de Cristo debe ayudar a los otros a ser discípulos también. «Por encima de todo, entretanto, es obra de la gracia de Dios. El Espíritu de Cristo es el que forma la mente y el corazón de los hijos e hijas de Dios. Pero no dispensa nuestra parte y la acción de la Iglesia».
El texto íntegro está disponible en http://www.arquidiocese-sp.org.br/artigos/artigos_091027_ser_catolico.htm.
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