París (Martes, 09-04-2019, Gaudium Press) La Noche de los Testigos en París – realizada también en otras ciudades de Francia-, que va por su 11ª edición y que es promovida por la Asociación Ayuda a la Iglesia que Sufre, conmemoró el pasado 29 de marzo en la Catedral de Notre-Dame a los misioneros que fueron asesinados por amor a la fe el año pasado en todo el orbe.
Noche de los Testigos que fue una jornada de testimonios y oración, presidida por el propio Arzobispo de París, Mons. Michel Aupetit, y acompañada entre otros por Mons. Fridolin Ambongo, Arzobispo de Kinshasa, en la República Democrática del Congo. El año pasado fue asesinada en ese país una futura postulante a religiosa, un sacerdote formador de sacerdotes y otro sacerdote párroco.
El Arzobispo de Kinshasa habló en esa noche de los testigos describiendo un pueblo, el suyo, de muchos recursos naturales, pero sumamente pobre (de acuerdo al índice de desarrollo humano, el Congo se ubica en el puesto, uno de los últimos), en buena medida, porque quienes dirigen el Estado se comportan como «depredadores».
«Estamos pagando la guerra entre las grandes potencias que quieren tener el dominio sobre los recursos mineros», se lamentó el Arzobispo. En un contexto en el que el pueblo a veces no sabe hacia dónde mirar, «la Iglesia, en ese contexto de oscuridad para el pueblo, aparece como fuente de luz y de esperanza».
«La Iglesia Católica en el Congo gerencia más o menos 50 % de las estructuras educativas y sanitarias». Es la Iglesia en la República Democrática del Congo, la que también logra que las diversas facciones políticas se pongan de acuerdo para que se realicen las elecciones que acaban de desarrollarse, explica el prelado. Pero esas labores insignes de la Iglesia también atraen las amenazas, pues «pues aquellos que hacen sufrir al pueblo no aceptan el rol de la Iglesia». Entretanto la Iglesia es consciente que ella no es sino el testimonio en esta tierra del amor de Cristo, y continúa su labor.
Mons. Ambongo sabe de los peligros de su situación y la de sus hermanos en el sacerdocio, pues «nuestra toma de posición, nos pone directamente en confrontación con los poderes de este mundo, y sobre todo en nuestro país». Por los pastores congoleños, el Arzobispo de Kinshasa pidió oración. Y agradeció a todas las organizaciones y personas que ayudan a la lucha de la Iglesia en el Congo por la dignificación del ser humano.
La noche de los testigos concluyó con Adoración Eucarística.
Quien desee ver el video de la Noche de los Testigos, puede hacer clic aquí.
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