Piura (Miércoles, 10-04-2019, Gaudium Press) La Corte Superior de Justicia de Piura, Perú, condenó por difamación agravada al periodista Pedro Salinas, autor de numerosos artículos en contra del Arzobispo de Piura y Tumbes, Mons. José Antonio Eguren Anselmi. El profesional se negó reiteradamente a rectificar los contenidos de sus escritos y no pudo aportar pruebas que respaldaran sus acusaciones, por lo cual recibió una condena de un año de prisión suspendida y una multa de 80 mil soles y 120 días. «La libertad de expresión no es absoluta, tiene límites: el honor de las personas», indicó la juez en su sentencia.
Mons. José Antonio Eguren Anselmi, Arzobispo de Piura y Tumbes. Foto: T.I. |
«A Mons. Eguren le apena esta condena, porque él nunca hubiera llegado a este momento. Él quería que el señor Salinas dijera que se le pasó la mano y todo arreglado», expuso a ACI el abogado del Arzobispo, Percy García Cavero. «Este proceso tuvo una etapa de conciliación, y el día que nos sentamos, Pedro Salinas dijo que no había nada que conciliar». El abogado aclaró que la sentencia no limita la libertad de expresión, sino corrige un abuso del derecho que está prohibido por la ley.
El jurista recordó que Mons. Eguren eligió guardar silencio sobre el tema durante el proceso judicial con el fin de no presionar en modo alguno a las autoridades judiciales, mientras que el periodista dedicó numerosos artículos y entrevistas a hablar en contra del prelado. «La pregunta es: ¿este señor ha tenido limitada su libertad de expresión? Para nada, la ha ejercido plenamente y ha dicho cosas falsas», declaró García.
La gota que rebosó la copa y motivó la demanda fue un artículo en el cual acusó a Mons. Eguren de ser «el Juan Barros peruano» y supuestamente haber encubierto casos de abuso al interior del Sodalicio de Vida Cristiana y de participar en un escándalo de tráfico de tierras. El prelado recordó a Crux que él nunca ha negado que existieran abusos en el Sodalicio. «Hay víctimas y hay responsables, pero uno no puede hacer acusaciones generales. No se puede decir que todos los miembros del Sodalicio eran abusadores». El prelado solicitó a las autoridades judiciales que no se impusiera pena de cárcel y que el dinero de las multas sea donado a un centro para los necesitados y discapacitados administrado por la Orden de San Juan de Dios.
Con información de ACI y Crux.
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