Hong Kong (Lunes, 15-04-2019, Gaudium Press) El Obispo emérito de Hong Kong, China, Card. Joseph Zen, publicó recientemente un libro sobre la situación de la Iglesia Católica en China bajo un título que deja en clara la resolución del purpurado en su labor de denuncia de las vulneraciones a la libertad religiosa en China: «Por Amor a mi Pueblo no me Quedaré Callado».
En el texto, el Cardenal relata una anécdota de uno de sus encuentros con el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro. Al verlo, el Pontífice hizo el gesto de imitar a alguien que porta una honda para ir a la batalla, recordando a David en su desigual enfrentamiento al gigante Goliath. Esta figura es muy representativa de la misión profética del Card. Zen, quien no ha dudado al confrontar directamente al más grande gigante asiático: el Partido Comunista Chino.
En su texto, el purpurado reúne las palabras de ocho conferencias que ha impartido sobre la Carta a la Iglesia Católica en China de Benedicto XVI, que reúnen datos importantes sobre el contexto de este documento pontificio, su contenido, así como la historia de sufrimiento de la Iglesia local que motivó esta redacción. Más allá de un completo análisis sobre la Carta del hoy Papa emérito, el libro constituye según el P. Paul Mariani, «una especie de manual sobre el estado de la Iglesia Católica en China desde al menos el tiempo del Papa Juan Pablo II».
El libro exhibe un carácter controversial, puesto que señala incluso con nombre propio a varias personalidades que considera responsables de la grave situación actual, tanto funcionarios de China, como miembros de la Iglesia. El Obispo emérito comparó las intenciones de las autoridades chinas con las de los gobiernos comunistas de Europa en la segunda mitad del siglo XX y recordó que el camino de ceder los derechos de la Iglesia con la esperanza de mantener abierto el diálogo demostró en esa época ser un fracaso. Además, relata cómo una mala traducción oficial de la Carta al chino generó inicialmente dificultades para los creyentes de la llamada «Iglesia subterránea».
El Cardenal Zen no duda en evidencia su admiración por la Carta a la Iglesia Católica en China, exponiendo el proceso de cuidadosa preparación del texto y su universalidad al tratar temas de gran importancia como las relaciones entre la Iglesia y el estado, la evangelización en el mundo de hoy y el papel del sufrimiento en la purificación de la Iglesia.
Con información de Catholic World Report.
Deje su Comentario