Kiev (Sábado, 20-04-2019, Gaudium Press) El Arzobispo Mayor de la Iglesia Greco Católica Ucraniana, Mons. Sviatoslav Shevchuk, predicó durante una jornada penitencial reciente conocida como el Gran Ayuno sobre el llamado a la conversión, que no sólo tiene efectos sobre el individuo, sino sobre su familia, la sociedad y la humanidad entera.
Mons. Sviatoslav Shevchuk. Foto: Iglesia Greco Católica Ucraniana. |
«Escuchando a las palabras del Gran Canon de San Andrés de Creta (recordadas en el Oficio Divino de ese día, n. del r.), parece que hemos experimentado de nuevo toda la historia de la humanidad hasta el día de hoy», explicó el prelado. El Arzobispo indicó que hay una diferencia fundamental entre la jornada penitencial presente y el Día del Juicio. «Entonces, cuando el Juez esté sentado, cuando los libros se abran, todos los secretos se esclarezcan, no habrá oportunidad de arrepentirse».
Por este motivo invitó a los fieles a hacer una revisión de su vida y suplicar la misericordia de Dios para preparar desde hoy ese encuentro definitivo. «Lo que hoy he traído delante de Dios en arrepentimiento sólo es conocido por mí y por Él. Su misericordia y mi arrepentimiento de hoy puede cambiar mi historia personal, la historia de mi pueblo, tal vez incluso la de la humanidad».
«El arrepentimiento que una persona puede sentir es una de las más grandes maravillas que el Señor puede crear», indicó Mons. Shevchuk. «El arrepentimiento es como una nueva creación, un renacer». El prelado recordó que el milagro de la conversión sólo es posible cuando se abre la conciencia y el corazón a Dios, suplicando la misericordia de Jesús. «Hoy pedimos a nuestro Señor misericordioso un renacer para nosotros, para nuestro pueblo. En arrepentimiento, pedimos la salvación».
Con información de Iglesia Greco Católica Ucraniana.
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