Burlington (Martes, 23-04-2019, Gaudium Press) Mons. Christopher J. Coyne, décimo Obispo de Burlington, Estados Unidos, anunció la solicitud oficial de la Diócesis de la apertura de causa de beatificación de Mons. Louis deGoesbriand, primer Obispo local. Este prelado, nacido en Francia y misionero en Norteamérica, se destacó por una vida de virtud y por un compromiso personal excepcional en cumplimiento de sus deberes episcopales.
Mons. Louis deGoesbriand, primer Obispo de Burlington, Estados Unidos. |
«Mons. deGoesbriand, a pesar de haber nacido en un hogar muy respetado y de muy buenos medios, vivió en una sencillez austera», recordó Kathleen Messier, quien sirve en el archivo diocesano. El prelado heredó una fortuna cercana al cuarto de millón de dólares, pero la gastó por completo en adquirir terrenos para la Iglesia, construir templos, crear y sostener un orfanato y asistir a sacerdotes pobres y feligreses que atravesaban necesidades. Al momento de su fallecimiento, sólo dejó dos dólares con doce centavos y algunos trajes viejos como únicas propiedades.
Estos datos fueron recabados por el P. Lance W. Harlow, rector de la Catedral de San José en Burlington, quien se manifestó muy edificado al conocer el testimonio de vida del prelado. «Investigar su vida cambió la dirección de mi sacerdocio de forma que las santas cualidades de su vida se han convertido en un modelo de cómo vivir», comentó el sacerdote, quien redactó una biografía del prelado en 2001. El ejemplo de Mons. deGoesbriand es un llamado a «dedicarse de todo corazón a la diócesis, trabajar para promover la fe católica escribiendo y hoy a través de Internet, enseñar la historia de los grandes católicos en la diócesis, usar mis recursos económicos en los pobres y tener una confianza profunda en la Santísima Virgen María y en su lema de ‘Dios proveerá'».
La fama de santidad del Obispo no es una novedad, pero las condiciones previas impidieron la apertura de la causa. En los años 30 se debatió ampliamente sobre la posibilidad de llevar el Obispo a los altares, pero la diócesis era aún territorio de misión. «Las necesidades de cuidar de las parroquias eran prioritarias ante cualquier investigación seria sobre su heroica vida, así que nadie lo llevó a cabo», comentó el P. Harlow.
La solicitud de apertura de la causa de beatificación da inicio a un proceso de investigación en el cual se compilarán todos los escritos del candidato y se obtendrán todos los testimonios posibles sobre su vida y sus virtudes, que deben haber sido vividas en grado heroico para obtener su reconocimiento como «Venerable». «El primer paso, después del anuncio del proceso, es desarrollar un culto-devoción de los fieles hacia el Obispo deGoesbriand, comentó a Vermont Catholic Mons. John J. McDermott, Vicario General de la Diócesis de Burlington. De superar todas las instancias previas, se requieren dos milagros usualmente para el ascenso a los altares, uno para confirmar la beatificación y otro para la canonización.
Con información de The Catholic Sun.
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