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Ciudad del Vaticano (Martes, 23-04-2019, Gaudium Press) El Papa Francisco presidió la Solemnidad de la Pascua del Señor en medio a un inmenso jardín de flores. Eso porque, el pasado domingo, 21, la Plaza de San Pedro fue adornada por más de 55 mil flores y plantas provenientes de Holanda.
La decoración forma parte del tradicional homenaje floral holandés al Pontífice por ocasión de la Pascua, y es una forma de contribuir con la alegría y felicidad de la ceremonia.
Entre las flores que decoraron el Altar de la Confesión en la Basílica de San Pedro, estaban grandes orquídeas provenientes de Eslovenia, que se sumaron a la decoración hecha por los Servicios de Jardines de la Gobernación. Además de eso, Eslovenia mantuvo la tradición de enviar mano de obra al Vaticano para ayudar al Servicio de Jardines a decorar el interior de la Basílica vaticana para la Vigilia Pascual.
Este fue el 33º año en que Holanda hace ese homenaje, posible gracias al trabajo desarrollado por un equipo de 30 floristas holandeses. «Dedico todo el año para elaborar el proyecto de jardines de flores y, una vez recibida la aprobación del Vaticano, preparo los diseños finales. Uno de los desafíos a ser enfrentados es el posicionamiento de los árboles y las composiciones florales, estudiado para no perturbar el andamiento de la Misa Pontificia y para facilitar las tomadas televisivas de la Misa, seguida por millones de espectadores en todo el mundo», dice Paul Deckers, coordinador del equipo.
En total, 30 toneladas de flores, plantas y árboles, fueron transportadas desde Holanda hasta la ciudad eterna, transformando la Plaza de San Pedro en un verdadero jardín de primavera.
Entre las cosas a resaltar están 1.500 flores de Strelitzia reginae y de mil hojas de Strelitzia, que se destacan en las grandes composiciones florales, además de esferas hechas con 3.600 rosas Avalanche, en los colores blanco, rosa antiguo y durazno. Esas esferas florales fueron realzadas por una alfombra colorida de 35 mil bulbos de flores de primavera, incluyendo tulipanes, narcisos, jacintos y muscaris. Noventa plantas de amarillas a flores rojas dividieron los varios jardines de bulbos de flores.
Ya la escalinata que conduce para el altar, fue decorada con grandes bordas semicirculares de narcisos amarillos, flores de primavera. La decoración floral de la plaza también incluyó grandes composiciones coloridas, hechas con 500 orquídeas amarillas y Cymbidium verde brillante, 2.500 ramos de Cornus amarillo y rojo y mil espléndidos Delphiniums de color azul claro.
Por último, en frente a la Basílica, decenas de árboles floridos, entre los cuales están bétulas y salgueros con alturas variando de 3 a 7 metros, formando un fondo verde que resalta el mosaico de colores vivos en la plaza. (EPC)
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