Cúcuta (Miércoles, 27-10-2009, Gaudium Press) El obispo de Cúcuta, Mons. Jaime Prieto Amaya, en diálogo con Gaudium Pres, señaló la preocupación de la Iglesia en esa ciudad fronteriza con Venezuela, por la masacre de diez personas por grupos ilegales, de las cuales ocho eran de procedencia colombiana. Los cuerpos fueron encontrados el pasado sábado en el estado venezolano del Táchira.
El 11 de octubre un grupo al margen de la ley aún no establecido por las autoridades, secuestró a un total de doce personas, quienes se encontraban jugando un partido de fútbol en la localidad fronteriza venezolana de Fernández Feo.
Los cuerpos sin vida de ocho colombianos, un peruano y un venezolano fueron encontrados el fin de semana, sin que por el momento se conozcan los autores de la matanza. En un hospital de Caracas bajo fuertes medidas de seguridad, se recupera otro ciudadano colombiano que recibió un impacto de bala en el cuello.
Ante los hechos, Mons. Prieto manifestó su intranquilidad y lamentó todo acto que vaya en contra de la vida humana, «lo sucedido va en contra del respeto por la vida, es preocupante que entre dos pueblos hermanos nos estemos matando. Debe existir la colaboración entre las autoridades de los dos países, para evitar que la frontera caiga en un baño de sangre», dijo.
El prelado indicó que factores como el narcotráfico, las bandas emergentes, los grupos ilegales; son una amenaza para los territorios, pero que existe una problemática social muy marcada que no se ha analizado con profundidad.
«Ambos gobiernos deberían examinar muy bien el aspecto social, la movilidad, la migración; factores que influyen y están afectado la paz de la zona fronteriza. La frontera existe para las autoridades, para la gente es la barrera para dirigirse de una población a otra», agregó el prelado.
El obispo colombiano indicó que la problemática y la solución no sólo corresponden a los gobiernos, «todos los organismos de los pueblos debemos participar y aportar desde nuestros campos, para resolver el conflicto a la mayor brevedad».
Mons. Prieto Amaya señaló que antes de que finalice este año se tiene previsto un encuentro, «entre las sociedades civiles, ONG internacionales, empresarios, sector académico y diferentes entes de ambos países, para buscar propuestas y presentárselas a los Gobiernos, que permitan el regreso de la paz a los pueblos», concluyó.
Los cadáveres de los ocho colombianos muertos en Venezuela, llegaron hoy a Cúcuta, para ser valorados y practicarle los respectivos exámenes de identificación, para finalmente ser entregados a sus familiares.
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