Jaén (Lunes, 29-04-2019, Gaudium Press) Hay un estrecho vínculo entre el Ave María y la Pascua. Esto es lo que ha afirmado Mons. Amadeo Rodríguez Magro, Obispo de Jaén, España, en una carta que ha dirigido a los fieles de su diócesis con ocasión de este tiempo litúrgico.
De acuerdo con el prelado, «el Ave María es fundamentalmente la oración de la Pascua, que es el tiempo de la maternidad de la Virgen en Cristo Resucitado, para nosotros».
«Renovar este saludo desde nuestro corazón feliz por la resurrección del Hijo de María nos alentará a todos nosotros a confesar a Cristo Resucitado, corazón de la fe», agrega.
En este sentido Mons. Rodríguez Magro llama a los fieles a llevar el año de la Misión Diocesana situándolo en la Pascua, alrededor de la misión y de la mano de Nuestra Señora:
«Si os aplicáis en la práctica del rezo del Santo Rosario, enseguida descubriréis que se va afianzando en nosotros la relación con Cristo»: Mons. Rodríguez Magro. |
«En este año de la Misión Diocesana algunas parroquias han situado en la Pascua su actividad misionera, otras, sin embargo, ya habrán finalizado todo el recorrido de este sueño en el que está inmersa nuestra Iglesia de Jaén. A unas y a otras les pido, en un caso que refuercen y, en otro, que renueven el encuentro con el Señor ante la Santísima Virgen, Madre de todos: de los que habéis sido misioneros y de aquellos a los que la misión permanente de la Iglesia nos envía y nos sigue enviando siempre».
Rezar el Santo Rosario
Petición especial para la Pascua hace también el Obispo de Jaén: les ha aconsejado a rezar el Santo Rosario:
«Para esta Pascua Misionera, me vais a permitir un consejo mariano especial: Rezad el Santo Rosario. No hay una oración que nos acerque más a Cristo, que nos lleve a un encuentro con Él y, por tanto, que sea más misionera. Poco a poco, ave maría, a ave maría, irá cayendo, cada día, en nuestro corazón el precioso rocío de la vida en Cristo, contemplada desde la Santísima Virgen».
Señala, además, que el Santo Rosario es misionero, ya que «es un precioso acto de piedad para crecer, desde el corazón materno de la Virgen, en la alegría de evangelizar, de anunciar a Jesucristo».
«Si os aplicáis en la práctica del rezo del Santo Rosario, enseguida descubriréis que se va afianzando en nosotros la relación con Cristo y crece nuestra condición de discípulos misioneros (…) El Santo Rosario se reza con María y se dirige a Jesucristo», añade el Obispo de Jaén.
En otro momento invita a leer la Carta Apostólica de San Juan Pablo II sobre el Santo Rosario: «Este itinerario catequético del Rosario, el que nos lleva a ser discípulos misioneros, nos lo recuerda con una preciosa hondura, que os invito a leer y meditar, la carta apostólica ‘Rosarium Virginis Mariae'».
¿Por qué rezar el Santo Rosario?
Mons. Rodríguez Magro, al concluir el mensaje de Pascua, enumera cinco razones de por qué vale la pena rezar el Santo Rosario:
«El Rosario es recordar; María nos enseña a traer al hoy de nuestra vida los acontecimientos de la fe su Hijo Jesucristo (…) El rosario es una meditación sobre Cristo con María.
El Rosario es comprender; con María nos acercamos al conocimiento de Cristo para entrar en lo profundo del misterio de su vida. La Virgen, que conoce mejor que nadie en Jesús, nos va llevando en cada misterio al conocimiento pleno de la verdad a lo largo de todo el recorrido de su vida.
El Rosario es configurarse a Cristo; con María nos abrimos a un camino de adhesión creciente a Él, y nos vamos orientando cada día más en los comportamientos de discípulo, según la ‘lógica’ de Cristo (….)
El Rosario es rogar a Cristo; con María, que apoya la oración que Cristo y el Espíritu hacen brotar en nuestros corazones, tenemos al orar todo el apoyo que necesitamos (…)
El Rosario es anunciar a Cristo; con María los cristianos acogemos el envío misionero de Jesús a sus apóstoles y lo anunciamos en su misterio pascual, en su muerte y resurrección (…)».
Con información de la Diócesis de Jaén.
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