Jerusalén (Viernes, 03-05-2019, Gaudium Press) Las Hermanas Franciscanas del Corazón Inmaculado de María celebraron el primer centenario de la existencia de la Provincia de Jesús Niño que marca su presencia en Tierra Santa. La significativa fecha fue recordada en una solemne Eucaristía en la iglesia de San Salvador en Jerusalén, presidida por el Custodio de Tierra Santa, P. Francesco Patton, que contó con la presencia de las religiosas, de frailes franciscanos y numerosos fieles.
Las reliquias de la Beata María Caterina Troiani fueron veneradas en la celebración. Foto: CMC. |
«Esta es una ocasión muy hermosa porque son 100 años del nacimiento de la provincia de Tierra Santa de las Hermanas Misioneras Franciscanas del Corazón Inmaculado de María», indicó el Custodio, según reportó el Christian Media Center de la Custodia de Tierra Santa. «Su fundadora había venido en peregrinación 50 años antes y había sentido este deseo profundo de que este instituto misionero franciscano pudiera estar presente en Jerusalén y en Tierra Santa; y dijo esa frase tan hermosa: ‘El lugar de una franciscana está junto al Calvario'».
La religiosa a la que se refirió el P. Patton es la Beata María Caterina Troiani, una religiosa franciscana que durante su misión en El Cairo pidió al Administrador Apostólico la fundación de una nueva congregación dedicada a la educación de las niñas, especialmente las más necesitadas. La nueva institución tuvo como primer nombre el de las Hermanas Franciscanas de la Tercera Orden y comenzó en 1859 con la fundadora y otras cuatro religiosas. La Beata sirvió como Madre Superiora hasta su muerte en Egipto en 1887.
«Cuando la Beata Caterina Troiani vino a Tierra Santa, vio que era oportuno crear una provincia que tuviera una cierta independencia, ya que nuestra congregación tiene muchas provincias en todo el mundo», expuso a CMC la Superiora General actual, Sor Elena Farah. «Ahora estamos presentes en Jerusalén, Belén, Tiberíades, Nazaret, Haifa y Caná de Galilea. Nuestro trabajo misionero incluye el servicio en clínicas, hospitales, orfanatos y la educación de niños y jóvenes». Tras la celebración de la Eucaristía, se realizó una procesión al interior del claustro del convento portando las reliquias de la Beata.
Con información de Christian Media Center.
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