Varsovia (Sábado, 04-05-2019, Gaudium Press) La Iglesia en Polonia vivió una de las solemnidades más importantes del país el pasado 03 de mayo, cuando conmemoró al fiesta de la Santísima Virgen María, Reina de Polonia, el mismo día en que la nación celebra civilmente el Día de la Constitución. Con motivo de esta conmemoración, los Obispos invitaron a los fieles a renovar su testimonio cristiano y optar por un camino distinto al del materialismo y secularismo que avanza en Occidente.
Celebración de la fiesta de la Santísima Virgen María, Reina de Polonia, en Jasna Gora. Foto: Episkopat News. |
Mons. Stanislaw Gadecki, Arzobispo de Poznan, Presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia, celebró una Eucaristía solemne en el Santuario de Jasna Gora en la que recordó una frase del siglo II: «lo que es el alma en el cuerpo, los cristianos son para el mundo». Sobre esta frase invitó a los creyentes a un «retorno al plan original del Creador» y un testimonio valiente que se separa de las ideologías humanas. «La Iglesia tiene que ofrecer a Europa el bien más precioso que nadie más puede darle: la fe en Jesucristo, que es la fuente».
«La cultura materialista de los tiempos actuales no acepta la existencia de ningún espíritu, porque solo existen los sentidos que se supone que organizan el mundo», se lamentó el Arzobispo. «La libertad significa consumo ilimitado, que se convierte en una religión». El prelado relacionó las presiones culturales actuales al anticristianismo de la época comunista, destacando la necesidad de desafiar la mentalidad actual y la influencia de los medios de comunicación y de propaganda en una lucha cultural en la que Dios saldrá victorioso aunque pareciera imposible.
«Cada vez menos personas participan en la Eucaristía, y hay más y más críticas, a menudo injustificadas, a la Iglesia y los sacerdotes», se lamentó por su parte el Arzobispo de Bialystok, Mons. Tadeusz Wojda, quien también hizo un llamado a la renovación de la fe, la cual no se puede limitar a una experiencia personal adaptable a las propias necesidades o imposible de compartir con los demás. La reflexión necesaria para el país debe estar basada «no en un derecho personal de establecer la verdad, no en las ideas políticas, no en las creencias sociales o las creencias religiosas personales, sino en la Verdad tomada del Evangelio, de las Escrituras, de la enseñanza de la Iglesia».
El Arzobispo de Gdansk, Mons. Slawoj Leszek Glódz, pidió «ordenar el corazón» según los lineamientos de la fe y «no introducir debates públicos sobre lo sacralidad de la familia y el matrimonio, y la vida desde la concepción hasta la muerte natural, ni introducir pretextos para la destrucción, sin un orden moral, porque este camino no conduce a ninguna parte». Mons. Henryk Tomasik, Obispo de Radom, lamentó los ataques contra la educación religiosa de los niños y los jóvenes y otras voces contrarias a la fe en la esfera pública, mientras que indicó que la señal más segura de la fidelidad a Cristo y la configuración de la vida según el Evangelio es la devoción mariana.
Con información de KAI.
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