Ciudad del Vaticano (Jueves, 09-05-2019, Gaudium Press) La Audiencia General de este miércoles ocurrió pocas horas después de que Francisco concluyó su 29° viaje apostólico, esta vez realizando visitas a dos países europeos, próximos de Italia, Bulgaria y Macedonia del Norte, países que vivieron bajo el dominio comunista por algunas décadas.
Las palabras del Papa, dirigidas a los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza San Pedro, fueron un compartir de algunas impresiones y recuerdos del viaje que marcaron al Pontífice.
Francisco aprovechó para agradecer a las autoridades civiles y eclesiásticas que lo acogieron. Destacó que en Bulgaria fue guiado por la «memoria viva de San Juan XXIII», que allí ejerció el cargo de Delegado Apostólico por casi diez años.
Es más, el lema «Pacem in terris», que guio el viaje del Papa, es el nombre de una de las encíclicas de Juan XXIII que así inicia:
«La paz en la tierra, anhelo profundo de todos los hombres de todos los tiempos, no se puede establecer ni consolidar sino en el pleno respeto del orden instituido por Dios».
«Invité a todos a plegar el camino de la fraternidad», recordó el Papa.
San Cirilo y San Metodio
El Santo Padre recordó que en Sofía hizo una oración particular y silenciosa delante de la imagen sagrada de los dos santos hermanos Cirilo y Metodio, evangelizadores de los dos países y afirmó:
«También hoy existe la necesidad de evangelizadores apasionados y creativos, para que el Evangelio alcance a aquellos que todavía no lo conocen y pueda irrigar nuevamente las tierras donde las antiguas raíces cristianas secaron».
Madre Teresa, Imagen de la Iglesia
Ir a Macedonia del Norte hoy es tener la oportunidad de ser acompañados por la presencia espiritual de Santa Madre Teresa de Calcuta, que nació en Skopje en 1910.
Y fue lo que ocurrió con Francisco que comentó:
«En esta mujer, pequeña, pero llena de fuerza gracias a la acción del Espíritu Santo, vemos la imagen de la Iglesia en aquel país y en otras periferias del mundo: una comunidad pequeña que, con la gracia de Cristo, se hace un hogar acogedor donde muchos encuentran refresco para su vida».
País acogedor
Sobre el contexto social y político del país, Francisco recordó que Macedonia del Norte es un país independiente desde 1991, por eso «quiso alentar, por encima de todo, su tradicional capacidad de acoger diferentes pertenencias étnicas y religiosas; así como su compromiso en acoger y socorrer un gran número de migrantes y refugiados durante el período crítico de 2015 y 2016».
Misioneras de la Caridad
Todavía bajo el influjo de la presencia de Madre Teresa en su visita, Francisco compartió con los fieles que quedó impresionado con la «ternura evangélica» de las hermanas de Madre Teresa de Calcuta, ternura que nace de la oración y la adoración.
«Ellas acogen a todos, se sienten hermanas, madres de todos y lo hacen con ternura. Nosotros cristianos a veces perdemos la dimensión de la ternura y cuando no hay ternura, nos volvemos demasiados serios, ácidos. Esas hermanas son dulces en la ternura, hacen caridad como debe ser hecha, sin fantasearla.
Hacer caridad sin ternura, amor, es como lanzar un vaso de vinagre en la obra de caridad, es ácido. La caridad es dulce, no ácida. Y esas hermanas son un bello ejemplo. Que Dios las bendiga.»
Jóvenes y Consagrados
Francisco además guardó en el recuerdo el encuentro con los jóvenes «todos unidos por el deseo de construir algo de bello en la vida. Allá exhorté para que soñasen grande y se arriesgasen».
Otro momento que el Papa no olvidó fue el que tuvo con sacerdotes y personas consagradas: «Hombres y mujeres que dieron sus vidas a Cristo.»
La Misa en Skopje
Para Francisco, la Santa Misa celebrada en la plaza de Skopje fue una ocasión para renovar, una vez más en una periferia de Europa de hoy, «el milagro de Dios que, con nuestros pocos panes y peces, partidos y compartidos, sacia el hambre de las multitudes».
«Nosotros confiamos a su inagotable Providencia el presente y el futuro de los pueblos que visité en este viaje», concluyó el Papa, rezando con los fieles un Ave-maría para que Dios bendiga Bulgaria y Macedonia del Norte.
(JSG)
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