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Carlow Town (Martes, 21-05-2019, Gaudium Press) El Obispo de Kildare y Leighlin, Irlanda, Mons. Denis Nulty, emitió una declaración sobre el próximo referéndum que podría modificar las actuales normas sobre divorcio en el país. El prelado reclamó el cumplimiento del deber del estado en el fortalecimiento del matrimonio y la familia en lugar de facilitar el divorcio como se busca en la consulta.
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| El Estado debe trabajar par promover y fortalecer los matrimonios. Foto: Exe Lobaiza |
«El matrimonio es esencial y fundamental para el bien de la sociedad en todo el mundo. Es imperativo que sigamos trabajando juntos para promover el matrimonio y la familia», reclamó el Obispo. «El objetivo del referéndum propuesto no es apoyar el matrimonio, sino liberalizar el divorcio. Por esta razón, es importante reflexionar profundamente sobre las implicaciones de este referéndum que busca acelerar la disolución del matrimonio».
La norma actual que podría ser abolida requiere que las parejas hayan estado separadas durante cuatro de los últimos cinco años para poder solicitar el divorcio. Este requisito pretendía dar un período de reflexión para el divorcio, admitido legalmente desde 1995, cuando un referéndum abolió su prohibición constitucional con un muy apretado margen de votación (50.28%). La aceptación del divorcio aumentó posteriormente y los analistas han manifestado que el referéndum actual podría ser aprobado con facilidad. Este camino social debe ser corregido, según alertó Mons. Nulty.
«Creo que la incidencia de la ruptura del matrimonio y el divorcio podría reducirse mediante la introducción de políticas socioeconómicas que apoyen a la familia y estrategias de educación a largo plazo que promuevan valores como la fidelidad y el compromiso», propuso el Obispo. «Si bien esto costaría dinero, el costo humano y económico de la ruptura y el divorcio, tanto para la pareja como para sus hijos es un costo mucho mayor».
El prelado recordó la experiencia de la Iglesia en identificar los beneficios de una adecuada preparación para el matrimonio, así como el acompañamiento que ofrece a los fieles en el fortalecimiento de su unión. Estas acciones deberían ser imitadas por el estado en lugar de enfocarse en la facilidad de la ruptura. «El gobierno debe volver a comprometer recursos para la preparación matrimonial e invertir recursos en el enriquecimiento matrimonial. Ambas iniciativas mantendrán los matrimonios en el futuro y conducirán a grandes dividendos para la sociedad en general», concluyó.
Con información de Diócesis de Kildare y Leighlin.
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