Austin (Miércoles, 22-05-2019, Gaudium Press) El Gobernador de Texas, Estados Unidos, afirmó que él sancionaría, de ser aprobada, una ley que prohibiría a las ciudades realizar «acciones adversas» en contra de ciudadanos o empresas por motivo de los aportes realizados a organizaciones religiosas. Si bien la prohibición podría parecer innecesaria, el proyecto de ley surgió como reacción al veto introducido por el Consejo de la ciudad de San Antonio a la apertura de un local de la cadena Chick-fil-A en el aeropuerto a causa de su apoyo a la definición natural del matrimonio.
Capitolio de Texas en la ciudad de Austin. Foto: Daniel Mayer. |
Uno de los promotores del veto justificaron su acción afirmando que la ciudad «no tenía espacio en sus instalaciones públicas» para el negocio por su supuesto apoyo a la discriminación. Los legisladores respondieron a la situación promoviendo el proyecto de ley para proteger la libertad religiosa en este tipo de casos. «¿Debería ciudad alguna tener la capacidad de rechazarme como vendedor en su ciudad simplemente porque yo doy donativos a mi iglesia, la cual sostiene una perspectiva bíblica del matrimonio?», cuestionó el Representante Matt Schaefer, según reportó Crux.
El Arzobispo de San Antonio, Mons. Gustavo Garcia-Siller, ya había rechazado el veto contra el restaurante, reclamando el respeto por los derechos de los ciudadanos. «Es mejor en estas circunstancias que los oficiales electos no restrinjan el derecho de una cadena de restaurante de hacer negocios», indicó el Arzobispo en un comunicado en el mes de marzo. «Dejen que el mercado decida, y los consumidores van a seleccionar qué negocios apoyar o no apoyar con sus dólares, como siempre lo hacen».
El prelado recordó una declaración del fallecido Arzobispo de Chicago, Cardenal Francis George. «Los comentarios recientes por parte de quienes administran nuestra ciudad parecen asumir que el gobierno de la ciudad puede decidir por todos cuáles son los ‘valores’ que deben ser defendidos por los ciudadanos», declaró en su momento el Cardenal, citado por el Arzobispo. «Mi entendimiento de ser un chicagüense nunca incluyó someter mi sistema de valores a la aprobación del gobierno».
Mons. Garcia-Siller también criticó a quienes sustentaban el veto a la cadena de restaurantes no en su promoción del matrimonio, sino por su decisión de cerrar los días domingo. «Muchas personas admiran la compañía porque cierran en domingo, afirmando de una manera corporativa que toman esta posición para ofrecer a us empleados un día pra descansar con sus familias y rendir culto a Dios si así lo eligen», indicó el prelado.
Con información de Crux y ESPNSA.
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