París (Viernes, 24-05-2019, Gaudium Press) Aún bajo los efectos emocionales del incendio en Notre-Dame en días pasados, es fácil comprender como son trascendentales esos ‘pararrayos’ del mundo contemporáneo llamados monasterios de clausura, y en este marco una fundación ocurrida hace 400 años adquiere toda su relevancia, también en la capital de Francia.
A pesar de que eran muchas las personas y las personalidades que querían la fundación de las Monjas Visitandinas en París, cuando las cosas son de Dios, no falta la oposición del demonio, y casi se diría que no debe faltar. Casi se diría que esta oposición es sello de virtud y de futuro, de que la obra es de Dios. Efectivamente, un grupo de personas se dio a la tarea de convencer al Cardenal de Retz, arzobispo de París, que rehusase su permiso para la instalación en la capital francesa de estas religiosas de hábito negro, entonces ‘nuevas’.
El Arzobispo, presionado, quiso algunos compromisos de la Madre Juana Francisca de Chantal con relación a la regla. Pero ni la orden ni la regla eran obra de ella, sino divina, y la Madre de Chantal dulce pero firme previno a Su Eminencia, que primero se regresarían las religiosas «antes que contravenir a nuestras reglas y a nuestro instituto». 1 ¿Que quería en concreto el Cardenal, y no sólo él? Que las religiosas de clausura se fundiesen con otra comunidad, las ‘haudriettes’. Pero no es la jerarquía la creadora artificial de carismas, y la fundadora se opuso.
Entretanto, estas dificultades primeras se allanaron, y felizmente llegó el 1 de mayo de 1619, cuando una muchedumbre presente en una casa del barrio de Saint-Marceau, propiedad ofrecida por Madame de Gouffiers para la instalación de las visitandinas en la Ciudad Luz, y con la augusta presencia del Obispo de Ginebra, hoy San Francisco de Sales, se erigió la primera visitación a París. Desde entonces cuatro siglos. El actual monasterio, ubicado en la Avenidad Denfert Rocherau, existe desde 1840.
Es claro, las dificultades no terminaron ahí, «los primeros tiempos son de una gran dureza». 2 Pero bueno, esa es la vida, y quien tiene a Dios, eso basta.
Con ocasión del cuatricentenario de la llegada de las Monjas visitandinas a París, del 18 de mayo pasado hasta el próximo 22 de diciembre, se realiza en el Museo de la Visitación en Moulins la exposición «El París de las Visitandinas», una muestra de objetos que revelan la vida de estas monjas de clausura, y que son también ocasión para seguir la interesante y a veces dura historia parisina que estas religiosas han vivido en sus entrañas.
Asimismo el próximo 23 de junio, será celebrado en el monasterio parisino de la Visitación la «Gran Jornada Jubilar», que comenzará con una misa presidida por Mons. Podvin, asistente de la Orden de la Visitación para Francia, seguida de un almuerzo y una exposición magistral en la capilla del monasterio.
Monasterio de París, visto desde el jardín |
Visitandinas – Carisma
La Orden de la Visitación de Santa María es un instituto religioso de vida contemplativa fundado por San Francisco de Sales y Santa Juana Francisca de Chantal en 1610 en Annecy, Francia. Viven las monjas los consejos evangélicos de pobreza, obediencia y castidad, buscando la renuncia interior a las vanidades del mundo, honrando a la Virgen en el misterio de su visitación. Están en 31 países, y aunque organizados en federaciones, cada monasterio es autónomo. (SCM)
Con información de página web de Visitandinas Colombia
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1 Marguin, D. Picaud, G. Foisselon, J. Je vous salue… Paris – Le Premier monastère parisien la Visitation 1619-2019. Musée de la Visitation. 2019. p. 25.
2 Ídem.
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