Casia – Italia (Viernes, 24-05-2019, Gaudium Press) Era el día 22 de mayo de 1447 cuando moría para esta vida y nacía para la vida eterna Margherita Lotti, monja agustina.
El pasdo 22 Casia, en Italia, ciudad donde vivió Margherita Lotti, conocida en casa como Rita y en todo el mundo como Santa Rita de Casia, festejó con alegría, palomas y circunstancias la más ilustre de sus hijas que la tornó conocida en todo el mundo.
Recordando la época en que vivió la famosa santa agustina, los habitantes de Casia realizaron, ya temprano, un desfile con ropas históricas del siglo XV, siglo en que vivió Rita.
Después del desfile que recorrió calles de la ciudad, hubo una solemne misa presidida por el cardenal Giovanni Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
Esto tuvo toda la razón de ser, pues, la Iglesia recuerda el 22 de mayo, Margherita Lotti, una mujer humilde, fuerte, corajuda, de fe inamovible, esperanza invencible y amor radical a la Pasión del Señor y que se tornó Santa: Santa Rita de Casia, la Santa de los casos imposibles.
No hay santidad sin amor de Dios
En las palabras proferidas por el Cardenal Giovnni Angelo Becciu durante la homilía de la Santa Misa, el Purpurado quiso resaltar que ser santo, saber perdonar, amar la cruz, es la trilogía de «la belleza y la fecundidad» del mensaje de Santa Rita.
El Cardenal recordó que el Papa León XIII, en la memoria litúrgica de la Santa, la definió como siendo «la preciosa perla de Umbría».
Becciu buscó alentar a todos a «transformar nuestra existencia en un progresivo y diario encuentro con el Señor», con la consciencia de que «no hay santidad sin amor» y que «el amor pide comportamientos de paciencia y gratuidad, de tolerancia y espera, de comprensión y misericordia».
Dolor como expresión de amor: forma pura de alta santidad
El Cardenal Becciu agregó que Santa Rita «transformó el dolor en una increíble expresión de amor que cede sin pedir y transforma todo lo límite en una fuerza irresistible de elevación espiritual», alcanzando «la forma más pura y más alta de la caridad».
Defensa de la Familia
También, el Card. Becciu todavía invitó a todos a pedir, sin duda, la intercesión a la religiosa agustina en los momentos de dificultad, como en el caso del terremoto que abaló la ciudad hace dos años.
Pero, recomendó que se pidiese más: para que «nazca una red de solidaridad de las familias para enfrentar la difusa cultura secularizada, la indiferencia religiosa y el relativismo moral».
«Que nuestros cristianos – subrayó el cardenal Becciu – sean firmes en la convicción de que la familia deseada por Dios es el lugar donde un hombre y una mujer reflejan el amor de Dios y se transforman en sus generosos y exclusivos colaboradores en la transmisión de la vida».
Bendición de las rosas
En la conclusión de la Santa Misa, hubo el tradicional rito de la bendición de las rosas, símbolo de Santa Rita, cuando se recuerda el milagro de las rosas que, por la obediencia de ella nacieron en pleno invierno. Pero las rosas recuerdan también que a pesar «de las espinas» de la vida, Rita supo esparcir el buen perfume de Cristo. (JSG)
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