Redacción (Lunes, 27-05-2019, Gaudium Press) El día 24 de mayo la Iglesia Católica, en todo el mundo, recordó a Nuestra Señora como siendo reverenciada con el título de «María, Auxilio de los Cristianos».
María, Auxilio de los Cristianos no es apenas un título más de la Santísima Virgen. Él es en realidad un incentivo para que nosotros pidamos a Ella, pues, auxiliar, ayudar, socorrer es algo propio de María.
Pidiendo a Nuestra Señora puedo estar seguro de que seré atendido, enseña la Iglesia.
La idea de María como siendo Auxiliadora de los Cristianos no es de ahora; desde el inicio del cristianismo su poderosa e infalible intercesión es reconocida. A lo largo de la historia conocemos hechos resaltantes de esa intercesión en casos especiales.
Pero, no se puede olvidar que «nunca se oyó decir que alguien que haya procurado su auxilio fuese desamparado», incluso siendo un «miserable pecador».
Veamos cinco hechos sobre Nuestra Señora Auxiliadora que puedan ser poco conocidos o, tal vez, olvidados.
Los primeros cristianos llamaban a María de «Auxiliadora»
Los primeros cristianos en Grecia, Egipto, Antioquía, Éfeso, Alejandría y Atenas acostumbraban llamar a la Santísima Virgen María de «Auxiliadora», en griego es «Boeteia», y significa «la que trae auxilios venidos del cielo».
El primer Padre de la Iglesia que llamó a la Virgen María de «Auxiliadora» fue San Juan Crisóstomo en el año 345 en Constantinopla.
El santo dijo: «Tú, María, eres el auxilio potentísimo de Dios».
Nuestra Señora también fue reconocida con este nombre por Proclus en el año 476 y por Sebas de Cesarea en 532.
La «Auxiliadora» intercedió por los cristianos en las batallas de Lepanto y Viena
En 1572, el Papa San Pío V, después de la victoria del ejército cristiano sobre los turcos musulmanes en la batalla de Lepanto, ordenó que fuese celebrada el día 7 de octubre la fiesta del Santo Rosario y que en las Letanías fuese invocada «María Auxilio de los cristianos».
En aquel año, Nuestra Señora libró prodigiosamente a toda la cristiandad de la destrucción: solo con su constatado auxilio fue posible a los cristianos derrotar en las aguas del Mediterráneo al poderoso ejército mahometano de 282 barcos y 88.000 soldados.
En 1683, los turcos atacaron nuevamente a los cristianos. Esta vez escogieron como blanco Viena, la capital austríaca. Era la época del pontificado del Papa Inocencio XI.
Bajo el comando del rey de Polonia, Juan Sobieski, incluso teniendo un ejército inferior, los cristianos derrotaron al ejército turco confiando en la intercesión y ayuda de María Auxiliadora.
Poco tiempo después, fundaron la Asociación de María Auxiliadora, que se esparció por el mundo.
La fiesta de María Auxiliadora (24/05) nació en la Revolución Francesa
La historia de la institución de la fiesta dedicada a Nuestra Señora Auxiliadora nos remite hasta algunos años después de la Revolución Francesa. Una revolución que, como es sabido, realizó un gran golpe contra la Iglesia.
En aquella ocasión, el Papa Pío VII estaba preso en Francia, en el Palacio de Fontainebleau a mandos de Napoleón Bonaparte.
Las oraciones del Papa, pidiendo la protección para la Iglesia, fueron, entonces, dedicadas a María Santísima bajo la invocación de «Auxilio de los Cristianos».
Las preces del Pontífice fueron atendidas: en 1815, Napoleón firmó su abdicación.
Cuando la Iglesia recuperó su posición y poder espiritual, el Papa, ya en 1815, instituyó la fiesta de Nuestra Señora Auxiliadora el día 24 de mayo con la intención de perpetuar la memoria de su retorno a Roma después del cautiverio que fue forzado a vivir preso en Francia.
Ucrania celebra la fiesta de Nuestra Señora Auxiliadora desde el siglo XI
La Virgen María Auxilio de los Cristianos era invocada en Ucrania desde 1030, después que la «Auxiliadora» libró aquella región de la invasión de tribus paganas. Desde entonces, la Iglesia Ortodoxa en ese país celebra la fiesta de Nuestra Señora Auxiliadora el día 1º de octubre.
1860, María Auxiliadora aparece a San Juan Bosco
La Virgen María apareció a San Juan Bosco en 1860 e indicó a él el lugar en Turín (Italia) donde quería que fuese construido un templo en el que Ella pudiese ser venerada y honrada.
Fue la propia Virgen quien pidió a Don Bosco ser homenajeada con el título de «Auxiliadora».
El Santo fue un gran propagador del amor a esta devoción mariana.
En 1863, San Juan Bosco comenzó la construcción de la iglesia con algunos centavos, pero con la intercesión de la Santísima Virgen María, el 9 de junio de 1868, apenas 5 años después, fue realizada la consagración del majestuoso templo.
Don Bosco decía: «Cada ladrillo de este templo corresponde a un milagro de la Santísima Virgen María».
A partir de aquel Santuario, comenzó a esparcirse por el mundo la devoción a María con el título de Auxilio de los Cristianos. (JSG)
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