Roma (Martes, 28-05-2019, Gaudium Press) Como si faltara otra, una prueba hoy no tan conocida de la autenticidad de la Sábana Santa, aquella que envolvió el cuerpo de Jesús tras su muerte en el Calvario.
Es claro que cierta prensa un tanto dominante no gusta de hablar de ello. Por el contrario, cuando salen estudios hoy tan cuestionados como el del carbono 14 de 1988, que dataría la sábana santa entre 1290 y 1340, ella se encarga de difundirlos por el mundo entero. Pero cuando se publican otros, más recientes, como el de un equipo de la Universidad de Padua que analizó la misma muestra usada en 1988 para la prueba del carbono 14, usando ahora luz infrarroja y espectrografía de Raman en relación al voltaje, y que concluye que la Sábana Santa es de entre 300 años antes de Cristo y 400 años después de Cristo, esas conclusiones no se difunden, solo se encuentran en medios especializados.
Por ello queremos dar nueva publicidad a las investigaciones de Barba Frale, vehiculadas por Rome Reports, en las que la experta del Archivo Secreto Vaticano y autora del libro «La sindone di Gesù Nazareno», profundizaba en los restos del certificado de la sepultura de Jesús presentes en la Síndone
Efectivamente, en 1978 investigadores habían descubierto algunas letras en el área del rostro impresas en la Sábana Santa. Más de 30 años después, la investigadora Frale las descifró, como siendo palabras en griego, latín y arameo.
«Un condenado a muerte no podía ser llevado a la tumba de su familia, sino que tenían que pasar doce meses en una sepultura pública, gestionada por el tribunal de Jerusalén. Después de esos doce meses, el cuerpo se daba a su familia para que lo enterrasen junto a sus parientes». Jesucristo por una excepción, fue enterrado en el sepulcro de la familia de José de Arimatea. Y fue necesario «etiquetar el cadáver [de Jesús] porque allí podían ser enterrados otros miembros de la familia de José de Arimatea, y el cuerpo de Jesús debía entregarse a sus familiares después de doce meses», afirma Frale.
Muerto Jesús, fueron pegadas asu cabeza tiras de papiro en las que se establecía la identidad del fallecido. Cuatro cosas estaban escritas en ese papiro: el nombre del difunto, la fecha de la muerte, el motivo de la condena y la fecha en la que se podía entregar el cuerpo a la familia.
Expresa la experta italiana, que estos papiros estuvieron pegados a la Sábana Santa durante mucho tiempo y después de diversos procesos químicos algunos restos de tinta pasaron a la Síndone.
Comprobación agregada
Frale quiso que otros expertos comprobaran sus descubrimientos, en lo que se llama un proceso de doble ciego. Ella pidió a expertos paleógrafos que determinasen cuando fueron escritas las palabras y letras presentes en la sábana santa, sin indicarles su procedencia. Los paleógrafos indicaron que la caligrafía era de entorno al siglo primero después de Cristo. (SCM)
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