Sevilla (Viernes, 31-05-2019, Gaudium Press) Cientos de sevillanos, a los pies de la Virgen de los Reyes, visitaron este jueves 30 de mayo en la Catedral el cuerpo incorrupto del rey San Fernando, expuesto con ocasión de su festividad.
Este año, por primera vez, la urna del santo que reconquistó Sevilla para la fe cristiana, pudo visitarse en doble horario: desde las 8:30 de la mañana hasta el mediodía, y de 6:00 a 9:00 de la tarde.
Los homenajes al patrono de Sevilla comenzaron en la mañana con la misa coral en honor al santo y monarca. Posteriormente siguió la tradicional procesión organizada por el Cabildo de la Catedral y el Ayuntamiento, y una Eucaristía que tuvo lugar a las 10:00 horas.
Cientos de sevillanos visitaron el cuerpo incorrupto de San Fernando / Foto: Archidiócesis de Sevilla. |
Más adelante, ocurrió el desfile militar, y al mediodía, los honores del cuerpo de Armas de Ingenieros, que participaron también de una Misa en la Catedral sevillana.
La urna con el cuerpo incorrupto de San Fernando se abre en cuatro ocasiones en el año. La primera el día 14 de mayo con motivo de la celebración de la traslación de su cuerpo a la urna, hecho que ocurrió en el año 1729. La segunda, el 30 de mayo, día en que falleció y de su solemnidad litúrgica. La tercera, el 22 de agosto en la clausura de los cultos a Nuestra Señora de los Reyes; y el 23 de noviembre, cuando ocurrió la Reconquista de Sevilla.
San Fernando, rey
Fernando III era hijo de Alfonso IX y Berenguela. Su fecha de nacimiento no se conoce con exactitud, pero se cree que fue en 1199 o 1201. Al ser coronado como rey, unió las coronas de Castilla y León.
Se le conoce por ser el gran impulsor de la Reconquista cristiana del año 1224, logrando convertir la corona Castellano Leonesa en el territorio más extenso de España.
Una tradición señala que Fernando III tuvo una visión de Nuestra Señora que le anunciaba la toma de Sevilla. Un hecho que ocurrió el 23 de noviembre de 1248 cuando el caudillo musulmán de Sevilla, Abul Hasan, entregó al rey las llaves de la ciudad.
Dese ese día, hasta que llegó su muerte, el soberano se dedicó a reorganizar y cristianizar la ciudad. Fundó varios conventos, así como parroquias, y repartió casa y tierras entre sus caballeros.
La muerte le llegó en el año 1252 cuando se encontraba en el Alcázar de Sevilla, siendo enterrado en la vieja mezquita mayor, que se había convertido en Catedral. Por su fama de santidad, y también por considerarse el refundador cristiano de Sevilla, fue canonizado en 1671.
Además de su cuerpo, la Catedral de Sevilla conserva varias reliquias del santo rey: su espada, su estandarte, además de las llaves de la ciudad -las mismas que recibió tras la conquista-, así como la Virgen de las Batallas que llevaba consigo, sobre su caballo, durante las campañas.
Una de las pinturas más representativas de San Fernando, que mejor lo describe, es la que realizó Bartolomé Esteban Murillo en el año 1671. Esta obra fue dejada en herencia a la Catedral de Sevilla donde puede ser apreciada por fieles y visitantes (Ver: Así es San Fernando, una de las obras más valiosas de Murillo. Se encuentra en la Catedral de Sevilla).
Con información de la Archidiócesis de Sevilla.
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