"Cristianismo anestesiado" no lleva a la Fe auténtica, dice teólogo africano

Ciudad del Vaticano (Miércoles, 05-06-2019, Gaudium Press) «Una de las grandes orientaciones existenciales de nuestro mundo hoy es querer ‘anestesiar’ todo. Muchos cristianos en África sueñan con una vida pacífica, desprovista de cualquier sufrimiento y sacrificio. En la práctica, soñamos con un cristianismo insensible al dolor», es la afirmación del padre Donald Zagoré, teólogo de Costa de Marfil que pertenece a la «Society for African Missions» (SMA).

Prisioneros de una realidad ilusoria

Para el Padre Zagoré, «soñamos con una vida humana sin aflicciones, ni dolor y sufrimiento. Ese abordaje existencial, purificado de todas las ansiedades y penitencias, gana forma también en la realidad de la experiencia religiosa.

Y vivir un cristianismo anestesiado lleva al individuo a tornarse prisionero de una realidad ilusoria. Es un verdadero espejismo espiritual.
Lo que la Iglesia africana debe demostrar es que no existe verdadero cristianismo sin la fuerza y el poder de la cruz, camino de redención».

No hay misión cristiana sin Cruz

El teólogo africano continúa con sus afirmaciones observando que «toda la actividad misionera de Cristo, como es enfatizado en los Evangelios, de la cual brota la actividad misionera de la Iglesia, abraza en su íntimo la Cruz».

Y afirma más:

«En el sufrimiento, el dolor, las lágrimas, las decepciones, las incomprensiones, las contradicciones, se manifiesta el poder del Evangelio de Cristo. Esta es la realidad existencial de la fe y la actividad misionera de la cual cada cristiano, misionero desde el bautismo, no puede huir: No hay actividad misionera sin una Cruz, no hay misión cristiana sin Cruz».

Cristianismo anestesiado

El Padre Zagoré, de SMA, concluye sus ponderaciones:

«El cristianismo anestesiado que es vendido por las calles en África y en otras partes del mundo, y atrae las masas no viene de Jesucristo, sino de un emprendimiento puramente humano, construido en una dinámica esencialmente económica que quiere ser un ‘producto de mercado’ para satisfacer la demanda de los consumidores. Por esa razón, el cristianismo anestesiado no puede, de modo alguno, lleva a la fe auténtica y profética y a la actividad misionera». (JSG)

(De la Redacción de Gaudium Press, con informaciones de FIDES)