Bogotá (Miércoles, 05-06-2019, Gaudium Press) Mons. Luis Mariano Montemayor, Nuncio Apostólico en Colombia, ha señalado que la situación en Venezuela se está agravando y está llegando a situaciones extremas. Así lo afirmó durante una rueda de prensa este miércoles 5 de junio en la que se dio a conocer la campaña para la colecta del Papa, el Óbolo de San Pedro, que tendrá lugar en el país latinoamericano el 30 de junio.
Durante una ronda de preguntas, al representante del Papa en Colombia se le preguntó sobre las ayudas humanitarias que han sido represadas y no han podido ingresar a Venezuela, y sobre la labor que está realizando la Iglesia Católica para atender a los venezolanos.
Mons. Montemayor señaló que la Iglesia en Colombia ha ayudado a Venezuela desde hace más de dos años y que han sido recibidas porque han asegurado que son neutrales, ya que «queremos asistir al que sufre independientemente de cualquier posición política».
Mons. Mariano Montemayor durante la rueda de prensa / Foto: Sonia Trujillo. |
En cuanto a las ayudas humanitarias, afirmó: «Nuestra ayuda podía pasar, porque la dejaban pasar. Se nos bloqueó por un mes, pero hemos reconstruido las relaciones de confianza y hemos vuelto a pasar la ayuda. Pero tengo que reconocer que nuestra ayuda es una gota en un mar de necesidades».
El prelado refirió que actualmente se habla de 6 y hasta 10 millones de venezolanos que enfrentan una situación humanitaria crítica por la falta de medicina, de vivienda, de servicios, de la misma asistencia humanitaria, pero, sobre todo, de nutrición.
También habló sobre la situación de la diócesis de Cúcuta, fronteriza con Venezuela: «Nosotros en Cúcuta, donde el problema humanitario es mucho más masivo, donde tenemos casi 50 mil personas pendulares cada día, que vienen y vuelven, apreciamos el deterioro de la condición física y psíquica de los venezolanos que atraviesan la frontera. Es decir, ¡todo se está agravando! Está llegando a situaciones extremamente graves».
Al respecto, Mons. Montemayor ilustró mostrando su preocupación: «Nunca nos había pasado un suicidio. Tuvimos una mamá, madre de cuatro hijos, que se nos suicidó mientras se la atendía. Hay escenas de violencia en las colas para esperar ser alimentados. En Cúcuta damos 12 mil desayunos y almuerzos por día, y nunca habíamos tenido problemas de impaciencia, de violencia de los que están esperando (…) ¡No damos abasto! Eso es una realidad».
También dijo que se ha detectado una falta de coordinación entre la autoridad central, la autoridad departamental y las alcaldías del país, y que es necesario y urgente una acción coordinada entre las diferentes instituciones: «Este es un problema que yo creo apela de nuevo a la solidaridad del pueblo colombiano, que es magnífica, pero también a las políticas de Estado. Yo pienso que tenemos que sentarnos el Estado en todos sus niveles, la Iglesia, las ONG y la sociedad civil a ver cómo enfrentamos este problema que es grave».
De la redacción de Gaudium Press.
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