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San Pablo (Jueves, 29-10-2009, Gaudium Press) El arzobispo de San Pablo, cardenal Mons. Odilo Pedro Scherer, convocó a una rueda de prensa ayer 28 para dar detalles de la visita Ad Limina que los obispos de la Regional Sur 1 de la Conferencia Episcopal de Obispos del Brasil (CNBB) harán durante el mes de noviembre. La Regional comprende las 44 circunscripciones del Estado de San Pablo contando con las Eparquías de los Ritos Maronita, Greco Melquita y el Exarcado Armenio. La Ad Limina del sector comienza el próximo día 9 y va hasta el día 20 de noviembre.
Además de la extensa agenda de compromisos, que incluye peregrinaciones y visitas a las cuatro basílicas vaticanas – San Pedro, San Pablo Extramuros, San Juan Letrán y Santa María Mayor – los obispos también visitarán las tumbas de los Apóstoles Pedro y Pablo. Cada prelado tendrá un encuentro reservado con el Papa Benedicto XVI, en el cual presentarán los trabajos que están siendo desarrollados en sus diócesis y escucharán orientaciones del Santo Padre.
Los obispos también asistirán a un encuentro colectivo con Benedicto XVI, donde tendrán la oportunidad de escuchar un discurso preparado especialmente para la Regional Sur 1. En esta ocasión, está previsto un pronunciamiento del presidente de la Regional, Mons. Nelson Westrupp, obispo de Santo André, que hablará en nombre de todos los obispos.
En el transcurso de la visita Ad Limina de la Regional Sur 1, habrá también un evento especial conmemorativo al beato José de Anchieta, promovido por la embajada de Brasil junto a la Santa Sede, por medio de la Orden de la Compañía de Jesús en Roma. Los obispos además serán agasajados con una cena ofrecida por la embajada brasileña.
«Es un programa abundante. Creo que nunca habíamos realizado una visita con tantas actividades programadas, pero serán varios días que darán oportunidad de hacer estas visitas con tranquilidad», resaltó Mons. Odilo.
«Llevo para esta visita Ad Limina a la arquidiócesis de San Pablo en el corazón. Mi intención es pedir la palabra, la bendición especial del Papa para toda la Arquidiócesis, para todo el clero, para los religiosos y religiosas, los seminaristas, para las familias, para todos los laicos, en fin, para todo el pueblo de la Arquidiócesis de San Pablo de un modo especial», dijo el cardenal.
Mons. Odilo tendrá un encuentro reservado con el Papa Benedicto XVI, en el que hablará sobre los trabajos que están siendo realizados en la arquidiócesis de la capital paulista. «Voy a hablar sobre el dinamismo de la Iglesia de San Pablo, de las alegrías que nosotros vivimos, de las iniciativas de evangelización, además del Año Paulino y el centenario de la arquidiócesis. También debo presentar al Santo Padre nuestro 10º Plan Pastoral y cómo él está repercutiendo».
El arzobispo abordará también el congreso de laicos que está siendo organizado por la arquidiócesis y los seminarios. «También debo hablar de cómo está nuestra relación con la sociedad como un todo, inclusive con los poderes públicos».
La última visita Ad Limina de los obispos de la Regional Sur 1 ocurrió a inicios de 2003. En la ocasión, el arzobispo de San Pablo era Mons. Cláudio Hummes, hoy prefecto de la Congregación para el Clero. En este período tuvo lugar el fallecimiento del Papa Juan Pablo II, la elección del Papa Benedicto XVI y, por estos motivos, el período entre una visita y otra fue un poco mayor que los tradicionales cinco años.
Según Mons. Odilo, muchas cosas sucedieron en la vida de la Iglesia en este período. «Tuvimos la muerte de Juan Pablo II y la elección del nuevo Papa. Tuvimos la visita apostólica del Papa Benedicto XVI al Brasil, tuvimos la canonización de San Antonio de Santana Galvão aquí en San Pablo; la Conferencia de Aparecida, el centenario de la Arquidiócesis y la preparación de la Conferencia de Aparecida».
Según el cardenal, «todo está dentro del contexto de la dinámica que la Iglesia viene tomando a partir de la preparación del nuevo milenio, del gran jubileo y también de la vivencia de este jubileo. Si nosotros pudiéramos caracterizar lo que marca esta caminata de este entonces, es la preocupación de dejar la Iglesia más misionera abrazando la evangelización de una manera nueva».
Mons. Odilo resaltó también los cambios que acontecieron en el escenario mundial, principalmente con la globalización. «Quedó más claro todavía que aquello que ya se preveía es que estamos de hecho en un cambio de época y eso para la Iglesia es importantísimo. La Iglesia necesita estar atenta a lo que significa este cambio de época, porque es como virar la página de un libro o, todavía, cerrar este libro y colocarlo en el estante y agarrar otro libro. Y, en este cambio, muchas cosas quedan atrás y cosas nuevas van afirmándose. Nosotros, Iglesia, necesitamos estar muy atentos en este contexto para ver lo que es la tendencia cultural, la tendencia religiosa del pueblo, para que no se pierda lo que es fundamental en la vida de la Iglesia y no se dé un rumbo inadecuado a la vivencia religiosa», finalizó el Cardenal.
Visita Ad Limina
La visita Ad Limina o Visita Ad Sacra Limina Apostolorum es un compromiso que los obispos de todo el mundo tienen de visitar el Vaticano cada cinco años. Estas visitas comprenden un encuentro privado y una audiencia colectiva con el Papa, la visita a las tumbas de los Apóstoles San Pedro y San Pablo y a las cuatro Basílicas de Roma. Es en este encuentro que los obispos relatan al Santo Padre el estado pastoral en que se encuentra su diócesis y escucharán del Sucesor de Pedro, consejos pertinentes a cada dificultad presentada.
Mons. Odilo dice que la visita Ad Limina recuerda el pasaje bíblico que consta en los Hechos de los Apóstoles, cuando San Pablo, después de sus viajes misioneros, volvía a Jerusalén junto a San Pedro y los demás apóstoles – sobre todo, Santiago y Juan -, relataba sobre su misión y los problemas, y las alegrías que había encontrado y enfrentaba su predicación con las enseñanzas de los otros apóstoles.
Oficialmente, las visitas Ad Limina fueron instituidas en 1585 por el Papa Sixto V con la constitución Romanus Pontifex, que estableció las primeras normas para los encuentros. En 1909, estas reglas fueron revisadas por el Papa Pío X en el decreto sobre la Congregación Consistorial, fijando que cada obispo debería enviar un informe sobre el estado de su diócesis a cada cinco años, a partir de 1911.
Actualmente, Brasil cuenta con 273 diócesis y fueron formados 14 grupos que harán la visita Ad Limina. Ellas comenzaron en septiembre de este año y continúan hasta noviembre del año que viene.
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