Obispos de EEUU respaldan propuesta de abrir causa de beatificación de seglar estigmatizado en Michigan

Baltimore (Jueves, 13-06-2019, Gaudium Press) La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), reunida en su Asamblea Plenaria de junio en la ciudad de Baltimore, anunció la votación unánime en favor de la apertura de una causa de beatificación del seglar Irving Houle, un sencillo hombre casado de notable devoción quien en los últimos 16 años de su vida habría portado en sus manos los estigmas de la Pasión de Cristo.

Manos de Irving Houle, donde se aprecian las marcas de los estigmas. Foto: Irving Houle Association.

Además de las heridas de las manos, se reporta que Houle padecía los dolores de la Pasión cada noche desde las 12 hasta las tres de la mañana, un hecho interpretado por el creyente como relacionado con el hecho de que numerosas personas pecan durante esas horas de la noche. Houle participaba en encuentros católicos en los que llegó a ofrecer su testimonio a miles de personas e inspiraba retornos a la Iglesia de fieles que se habían alejado hasta 40 años de la práctica de la fe.

«Siempre quiso actuar en comunión con la Iglesia local. Siempre quiso trabajar en comunión con el Obispo local», ratificó Mons. Alexander King Sample, Arzobispo de Portland y anterior Obispo de Marquette, Diócesis que dará inicio a la causa. «Nunca quería llamar la atención hacia sí mismo. Era un hombre ordinario y humilde que obtuvo algo de auténtica santidad en su vida». A pesar de ser una persona común, sucesos extraordinarios lo acompañaban y se reportan numerosos relatos de curaciones corporales y sanaciones espirituales relacionadas con su ministerio. El seglar siempre aclaraba que él no curaba a nadie y que todos los favores eran concedidos por Dios.

Irving Houle. Foto: Irving Houle Association.

Nacido en 1925, la primera experiencia extraordinaria le ocurrió a la edad de seis años, cuando se hirió gravemente al caer de un caballo. Mientras se debatía entre la vida y la muerte, un grupo de religiosas en un convento franciscano oraba por él. Después de haber visto una noche a «un bello hombre en una túnica blanca», el niño dejó de padecer dificultades para respirar y comenzó a recuperarse. En su juventud asistía diariamente a la Eucaristía y frecuentemente lo veían llorar de devoción durante la consagración.

En 1948 contrajo matrimonio y tuvo cinco hijos, y vivió una vida sencilla en la ciudad de Escanaba, donde era identificado como una persona amable y religiosa. En su escritorio conservaba imágenes del Sagrado Corazón y de la Inmaculado Corazón de María y sólo en una oportunidad escuchó críticas por esta costumbre. «Si ellos se van, yo me voy», contestó el creyente. Al finalizar su jornada de trabajo, diariamente rezaba el Vía Crucis en su parroquia. En 1993 recibió los estigmas y comenzó a padecer los dolores de la Pasión. Houle falleció el 03 de enero de 2009.

Con información de Catholic News Service.