Fátima – Portugal (Lunes, 17-06-2019, Gaudium Press) Durante la Peregrinación conmemorativa del día 13 de junio, en el Santuario de Fátima, en Portugal, el obispo de Viseu, Mons. Antonio Luciano, pidió a los peregrinos que se empeñen a favor de una nueva «cultura de vida», inspirados en la figura de la Virgen María, como madre.
Fátima, invitación a la conversión
Dijo Mons. Antonio durante la homilía de la Misa a la que presidió en el Recinto de Oración de la Cova de la Iria: «Esta madre es ejemplo de la mujer y la madre que defiende la vida de sus hijos, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural».
«La vida es un don de Dios que nosotros debemos respetar y promover en todos los momentos de la existencia humana», continuó Mons. Antonio que, por primera vez, presidía a una peregrinación internacional aniversario, en Fátima.
En la ocasión el Obispo presentó a Fátima como «una invitación a la conversión, a la enmienda de vida», partiendo del «gran misterio de la luz de Dios» que ilumina las «tinieblas» de la humanidad.
En un año en que la Iglesia Católica en Portugal dedica particularmente a la Misión, al centenario de la construcción de la Capillita de las Apariciones y el centenario de la muerte de San Francisco Marto, el Obispo recordó al «gran misionero» portugués San Antonio, cuya fiesta se celebraba.
Entrega de vida y Jóvenes
El Obispo de Viseu invitó a los presentes a entregar su vida «al servicio del prójimo», apelando para un «cambio radical» del mal para el bien.
Mons. Antonio hizo un pedido especial por los niños y jóvenes que están «en preparación para la Jornada Mundial de la Juventud» a ser realizada en Portugal en 2022, para que en ellos sean despertados «sentimientos de alegría y santidad».
«Recemos con confianza a Nuestra Señora de Fátima para que aumenten en toda la Iglesia los discípulos de Cristo, santifique las familias, santifique a los jóvenes y conceda muchas vocaciones a la Iglesia», concluyó.
«No desanimes. Yo nunca te dejaré»
Cada peregrinación aniversario tiene una característica propia.
Esta, del 13 de junio, hace resonar, en nuestros corazones, las palabras consoladoras que Nuestra Señora dejó a los Pastorcitos:
«No desanimes. Yo nunca te dejaré. ‘Mi Inmaculado Corazón será tu refugio y el camino que te conducirá hasta Dios’.
Nuestra Señora dirige hoy, aquí y ahora, esta palabra consoladora a cada uno de nosotros.
Ella se muestra, a través de su corazón materno: auxiliadora, amparo, conforto y misericordia para sus hijos, a fin de que Ellos puedan tener siempre confianza en la bondad y hacer frente a las dudas, miedos, sufrimientos y dramas de la vida.» (JSG)
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