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Chicago (Miércoles, 19-06-2019, Gaudium Press) La devoción a María viene creciendo en Chicago, Estados Unidos. Esto gracias a una peculiar advocación que es conocida como la «Virgen Rota», y es custodia de los quebrantados, de aquello que está desunido y destrozado.
La historia comenzó en el año 2010 cuando un conocido presentador de la ciudad estadounidense, Kevin Matthews, halló junto a una caneca de basura una estatua de la Virgen que estaba rota, partida por la mitad. Alentado por un impulso, la tomó y llevó a su casa, y luego decidió arreglarla.
Matthews, por entonces, se encontraba pasando por un difícil momento de su vida, ya que se encontraba enfermo -le habían diagnosticado esclerosis múltiple- y no tenía trabajo, pero la Virgen lo restauró.
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| La «Virgen Rota» llegó a Chicago para dar esperanza a los quebrantados / Foto: Denise Duriga – Chicago Catholic. |
Mientras recuperaba la imagen de María, uniendo sus piezas, el presentador, sin darse cuenta, comenzó también a unir las piezas rotas de su vida, acercándose muy pronto a la Iglesia gracias a la intervención de Nuestra Señora y, sobre todo, al rezo del Santo Rosario. Nuestra Señora lo había conducido a su conversión.
Es por eso que el mensaje de la Virgen, a través de la imagen rota, como expone Matthews es que «todos sufrimos algún quebranto (…) Todo el mundo. No somos perfectos, tenemos defectos. Pero somos amados».
Debido al gran cambio que el presentador vivió y la relación de su conversión con la «Virgen Rota», Matthews decidió convertirse en su apóstol, danto su testimonio y difundiendo la devoción a María, Nuestra Señora de los quebrantados, escribiendo un libro y llevándola a los hospitales, auspicios, cárceles y centros de rehabilitación para personas con adicciones.
Numerosa procesión en Chicago
Signo de una devoción que nace, comienza a crecer y toca los corazones fue la procesión de la Madre de los quebrantados que ocurrió en Chicago el 31 de mayo, durante la solemnidad de la Visitación de María, en la que participaron unas 1.500 personas.
Al entrar la noche, el grupo de fieles, portando velas y recitando el Rosario, salió en procesión desde la Iglesia de San Juan Cancio hacia la histórica ‘Water Tower’, donde oraron por la paz de la ciudad.
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| 1.500 personas participaron en la procesión que ocurrió el 31 de mayo / Foto: Denise Duriga – Chicago Catholic |
La procesión contó con el respaldo del Padre Joshua Caswell, canónico de la iglesia de San Juan Cancio. El sacerdote comentó el porqué de la procesión:
«Cuando escuchamos la historia de Kevin Matthews, supimos que estaba relacionada con nuestra ciudad, que ha sufrido muchos fracasos (…) También escuchamos las pequeñas inspiraciones que Dios nos estaba diciendo. Creo que María quería que hiciéramos esto».
Para el sacerdote, la procesión fue todo un milagro: «El evento fue increíble. Fue realmente un milagro que todo se diera tan bien: los permisos, el clima, la gente que vino de toda la arquidiócesis. Vi personas de todos los colores y credos inspirarse en una estatua que una vez estuvo en el basurero (…) Vi a los rotos, física y espiritualmente, experimentar una renovación esa noche. Mi esperanza es que esto sea solo el comienzo de nuestra ciudad, que podamos tener la esperanza de que Dios restaura todas las cosas y que tengamos una Madre celestial que nos ama».
Como bien indicó Matthews en un encuentro que sostuvo en el templo antes de la procesión: «Ella ha pasado de un basurero a ser llevada sobre los hombros de los hombres en una cama de rosas con una corona».
Con información de Aleteia, CariFilii News y Chicago Catholic.
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