Fátima – Portugal (Viernes, 21-06-2019, Gaudium Press) Durante la homilía de la Misa celebrada en el domingo de la Fiesta de la Santísima Trinidad, Mons. Lúcio Andrice Muandula, obispo de Mozambique, exhortó a los peregrinos a responder al amor de la Trinidad a través de la misión: «un amor que se da por entero», afirmó.
El Obispo mozambiqueño participaba del cierre de la peregrinación de los Misioneros de la Buena Nueva a Fátima y, hablando a misioneros, fue oportuno recordar a los peregrinos la forma de responder al amor de la Trinidad es a través de la misión.
Meditar más en el amor que en el misterio
«Esta Fiesta, más que invitarnos a meditar en la realidad del Misterio que une a las tres Personas de la Trinidad, nos invita a la contemplación de la realidad del amor que corre entre Ellas».
Misión: respuesta ideal al amor de Dios
Comprobando este «diálogo trinitario hecho de amor y ternura», el obispo de Mozambique recordó dos episodios del Antiguo Testamento -la desobediencia de Adán y Eva y el sacrificio de Isaac, hijo de Abraham- para recordar la salvación ofrecida por Dios al Hombre, en el envío de su Hijo al mundo.
«Al ofrecer a su único Hijo en sacrificio, es como si Dios Padre se curvase todo, de rodillas, en oración, implorando la amistad del Hombre, que Él mismo creó.
El canto de amor infinito, que Dios canta al Hombre, espera nuestra respuesta de amor sin límite, y Dios, a través de Jesús, nos enseña sobre lo que debemos hacer para amarlo más y siempre», dijo Mons. Lúcio Andrice Muandula, al apuntar la Misión como la reacción ideal al amor de Dios.
Misión. «Esta es la repuesta que Dios nos pide hoy y siempre… En su amor trinitario, él espera de nosotros un amor que se da por entero, que da todo por la salvación del Hombre», dijo el prelado, exhortando a una vida dedicada a la misión y tomando como ejemplo práctico la obra de los Misioneros de la buena Nueva, que allá estaban presente para concluir en el domingo de la Santísima Trinidad su 53ª peregrinación a Fátima.
Mons. Lúcio Andrice Muandula concluyó la homilía rezando un Ave-María, pidiendo la intercesión de Nuestra Señora para inspirar a la humanidad en los caminos de la misión. (JSG)
(Redacción de Gaudium Press, con informaciones de Santuario de Fátima)
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