Caracas (Jueves, 27-06-2019, Gaudium Press) Aprovechando la visita a Venezuela de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la Organización Naciones Unidas, Dra. Michelle Bachelet, Cáritas (la organización caritativa oficial de la Iglesia Católica) entregó una comunicación en la que expone sus más grandes preocupaciones en medio de la grave crisis política, económica y social que atraviesa el país.
Reunión de los Obispos venezolanos con la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la Organización Naciones Unidas. Foto: AICA. |
En la comunicación, Cáritas recordó el compromiso adquirido por la funcionaria de «ser su voz y su firme defensora, con total objetividad, sin temor ni favor». «Acudimos a entregar un clamor que ya excede el llamado de socorro que hemos pedido ya durante varios años», indicó el documento. «Queremos hoy traer la voz de nuestra gente, vulnerada y disminuida en su dignidad».
Entre los aspectos tratados por la comunicación se encuentran el retardo del crecimiento por desnutrición crónica, identificado en las evaluaciones de más de 30 mil infantes en los últimos tres años y que se suma al «rezago cognitivo, afectivo y social» que padecen; la migración de un alto número de ciudadanos, calculada en uno de cada 13 venezolanos y «las nuevas formas de esclavitud: el trabajo precario, la trata de personas, la prostitución». La situación es de tal gravedad que se registran en el territorio «tasas sin precedente de suicidios, de prostitución y de hermanos atrapados en redes de trata de personas, en el tráfico ilegal, en trabajos forzados, en situación de esclavitud».
A estos graves problemas se suman la deserción de alumnos del sistema educativo, la violencia que se extiende a la manipulación de la escasez de los alimentos como herramienta de control social, el «deterioro físico y la angustia de nuestro propio equipo humanitario» y la «pérdida del Estado de Derecho como recurso, como referencia y valor». «No hay a quien acudir, es el sentimiento de orfandad de las víctimas de la violencia del Estado», se lamentó la organización caritativa. «Esta pérdida afecta nuestra cultura de derechos y nuestra civilidad al erosionar el respeto por la institucionalidad, por el orden, por la justicia y la verdad».
Cáritas solicitó a la Alta Comisionada acciones concretas como la inclusión de la crisis de derechos humanos en Venezuela en su informe del mes de julio, la apertura de una oficina de Derechos Humanos de la ONU en Venezuela, la intervención «para que se logre la restitución de los derechos electorales, políticos y económicos de los venezolanos y exigir el desmonte «del FAES y de los grupos irregulares que actúan como cuerpos de control, coacción y violencia contra los ciudadanos».
Además, la organización eclesial pidió el reconocimiento de las organizaciones civiles que actúan para paliar la crisis humanitaria, la publicación transparente de datos oficiales sobre las políticas públicas y la flexibilización de los requerimientos para recibir donaciones. «Caritas espera resultados favorables de su visita y que su compromiso abone los caminos de la diplomacia y la coordinación hacia una articulación solidaria y fraterna que fortalezca las capacidades, tanto del Estado venezolano, como de su sociedad civil, para atender estas urgencias que le hemos expuesto», concluyó el documento. «Que la Santísima Trinidad y nuestra patrona, la Virgen de Coromoto, guíen su caminar en la importante labor que le ha sido encomendada».
Con información de Cáritas Venezuela.
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