La complicación del registro ante el gobierno de los clérigos chinos

Ciudad del Vaticano (Viernes, 28-06-2019, Gaudium Press) No son pocos los católicos chinos que consideran violentada su conciencia con la obligación del registro ante el gobierno chino, el único que permite que se pueda ejercer cualquier ministerio católico de forma abierta.

Y ello porque ese registro requiere de parte del obispo o del presbítero la aceptación del «principio de independencia, autonomía y auto-administración de la Iglesia en China». ¿Una nueva Iglesia patriótica nacional separada de la Santa Sede?

Nuestra Señora de la Misericordia China Basílica de Notre Dame de la Fourvière, Lyon

«Todos los involucrados, la Santa Sede, los obispos, los sacerdotes, los religiosos y religiosas y los fieles laicos, están llamados a discernir la voluntad de Dios con paciencia y humildad en esta parte de la jornada Iglesia en China, marcada, como es, por bastante esperanza, pero también por dificultades que hay que sufrir», expresa el Vaticano, al lanzar los «lineamientos pastorales de la Santa Sede concernientes al registro civil en China», hoy.

Con respecto a la inscripción en el registro, la Santa Sede reconoce la primacía de la conciencia. Ella «entiende y respeta la elección de aquellos quienes, en conciencia, deciden que no pueden registrarse en las actuales condiciones».

A los que lo deseen pero que encuentran que «el texto de la declaración requerida para el registro no parece ser respetuoso con la fe católica, él [obispo o sacerdote] especificará por escrito, al momento de firmar, que actúa sin dejar de cumplir su deber de permanecer fiel a los principios de la doctrina católica».

«Cuando no sea posible hacer una aclaración por escrito, el solicitante lo hará al menos oralmente y, si es posible, en presencia de un testigo», y luego se lo comunicará a su obispo, expresan los lineamientos.

El Vaticano interpreta que la independencia establecida en el registro, «no lo es en un sentido absoluto», por ejemplo, entendida como una independencia del Papa y de la Iglesia Universal, «sino más bien relativa a la esfera política». Entretanto, el Vaticano asegura al clero chino que la Santa Sede «continúa el diálogo con las autoridades chinas» para encontrar «una fórmula, que al mismo tiempo que permite el registro, respeto no solo las leyes chinas sino también la doctrina católica».

«Afirmar que para la identidad católica no puede haber separación con el sucesor de Pedro no significa que la Iglesia local sea un cuerpo extraño en la sociedad y la cultura del país en el que vive y trabaja», dijo el Vaticano.

Con información de CNS