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Washington (Sábado, 29-06-2019, Gaudium Press) La Semana por la Libertad Religiosa, celebrada en Estados Unidos los días 22 al 29 de junio, fue la oportunidad creada por los Obispos del país para reflexionar sobre los desafíos para el testimonio libre de la fe en el territorio. En esta ocasión, los prelados tomaron como símbolo de la iniciativa un diseño representativo del Sagrado Corazón de Jesús, el cual resultó para el Profesor de Teología Sistemática de la Universidad Católica de América, Chad Pecknold, un notable acierto.
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Para Pecknold, que dedicó un artículo en el informativo Catholic Herald a destacar la relación del Sagrado Corazón con la lucha por la libertad religiosa, «los Obispos tienen razón en enfocarse en este símbolo de la consagración total a Cristo». La campaña por la libertad religiosa de los Obispos estadounidenses se ha extendido por años, y ha sido de notable importancia en la discusión de temas tan sensibles como el llamado mandato antinatalista de la administración Obama o la reciente lucha judicial por la preservación del monumento de la Cruz de la Paz de Bladensburg. Poner al Sagrado Corazón en el centro de la campaña representa expresar en positivo la importancia de la libertad para vivir y manifestar la fe.
«La imagen del Sagrado Corazón de Jesús es antigua. Como lo atestiguó el mismo San Juan, ‘un soldado clavó su lanza en su costado e inmediatamente salió sangre y agua’ (Juan 19.15). San Juan destacó el corazón sagrado de Jesús «para que puedan creer», y así puedan ver que Dios amó tanto al mundo», recordó Pecknold. «Nuestra redención fluye desde el corazón de Dios encarnado para unir nuestros corazones a Su corazón sagrado».
La imagen del Sagrado Corazón fue promovida por el Papa León XIII, quien indicó que esta devoción ofrece «una imagen sensible del amor infinito de Jesucristo que nos impulsa a amarnos unos a otro» y recomendó consagrarse plenamente, no sólo de manera personal, sino pública y social, al Sagrado Corazón. «Tal acto de consagración, ya que puede establecer o estrechar los vínculos que naturalmente conectan los asuntos públicos con Dios, da a los Estados la esperanza de mejores cosas», aseguró el Papa. «Especialmente en estos últimos tiempos, se ha seguido una política que ha dado lugar a una especie de muro levantado entre la Iglesia y la sociedad civil. En la constitución y administración de los Estados, la autoridad de la ley sagrada y divina es totalmente ignorada, con vistas a la exclusión de la religión de tener una parte constante en la vida pública. Esta política casi tiende a eliminar de nosotros la fe cristiana y, si eso fuera posible, el destierro de Dios mismo de la tierra».
«Nuestras luchas en favor de la libertad religiosa en los Estados Unidos de hoy a menudo consisten en mantener un espacio para que los cristianos vivan vidas íntegras en una cultura que está cada vez más desgastada ‘por el exceso de libertad'», comentó Pecknold sobre la actualidad de las palabras de León XIII y lo oportuno de invocar al Sagrado Corazón para resolver los desafíos de hoy. «La consagración al Sagrado Corazón se trata de reconocer a Cristo como Rey en todos los aspectos de nuestras vidas, incluida nuestra vida pública», recordó el profesor, quien afirmó que esta devoción comunica que «Dios ha roto la enemistad entre los hombres, y ‘le da a los Estados la esperanza de mejores cosas’. Los Obispos continuarán usando todo lo que estén a su disposición para defender la libertad religiosa», concluyó. «Pero en esta Solemnidad del Sagrado Corazón podemos vislumbrar el argumento positivo en favor de nuestra libertad más elevada: la libertad de estar unidos al corazón de Dios».
Con información de Catholic Herald.
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