Fuzhou (Martes, 02-07-2019, Gaudium Press) Los fieles católicos de la Arquidiócesis de Fuzhou, China, son víctimas de una nueva oleada de represión suscitada por la visita de funcionarios de alto rango, con el fin de presionarlos de diversas maneras a afiliarse a la Asociación Católica Patriótica China, el órgano oficialista de control de la Iglesia en el país.
Nuevas acciones contra la libertad religiosa de los católicos en China refuerzan los temores de intento de eliminación de las llamadas comunidades subterráneas. |
En el condado de Pingtan, por ejemplo, las autoridades locales exigieron recabar un informe detallado de las iglesias católicas no inscritas a la Asociación Patriótica y sus sacerdotes. Uno de los fieles locales denunció a la revista Bitter Winter que personal del comité del vecindario se infiltró en una Eucaristía y tomó fotografías que fueron enviadas a la estación de policía. La celebración se desarrollaba de manera clandestina, y a su término una docena de policías y funcionarios consiguieron interceptar al sacerdote para ordenarle el cierre del lugar del culto bajo amenaza de demolerlo. «No hay nada que el gobierno quiera hacer que no pueda. La demolición forzada y la reubicación no es fácil, pero se ha hecho», advirtieron los funcionarios. «Si no está de acuerdo, tomaremos las medidas que deseemos».
Una escena similar se repitió en otra reunión de fieles católicos en el condado, a quienes se aseguró que su comunidad era la única que se congregaba sin afiliarse a al Asociación Patriótica. Los funcionarios repitieron la orden de cerrar y las amenazas de demolición, por lo que los creyentes optaron por cerrar el lugar.
Las autoridades en Fujian sumaron a la campaña la presión para obtener la firma de sacerdotes y creyentes en una «Carta de compromiso para responsables de los lugares de culto y para las personas consagradas». A los sacerdotes se promete que, si firman el documento, podrían ser nombrados párrocos y ejercer su apostolado dentro de los límites establecidos por el estado. Si se rehúsan se amenaza con el impedimento de su ministerio y el envío a su tierra natal.
Entre los «compromisos» que se exigen se encuentran la prohibición de ingreso de menores de edad a los templos y eventos religiosos, la orden de «boicotear las intervenciones de extranjeros, no contactar poderes foráneos (como la Santa Sede) y no aceptar entrevistas, formación o invitaciones a congresos y conferencias fuera del país. El compromiso también limita las manifestaciones públicas de fe, solicitando permisos especiales para cantar, prohibiendo la exhibición de signos religiosos incluso dentro de los hogares o la difusión de contenidos religiosos físicamente o a través de Internet.
Con información de Bitter Winter y AsiaNews.
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