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Nápoles (Viernes, 05-07-2019, Gaudium Press) El Arzobispo de Nápoles, Italia, Cardenal Crescenzio Sepe, donó a la Iglesia Católica Greco Ucraniana (UGCC) una parte de las reliquias de San Jenaro, el Santo mártir del siglo IV venerado ampliamente de la población local y cuya sangre es objeto de un milagro de licuefacción que se reproduce aún hoy en ciertas fechas especiales.
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| Mons. Sviatoslav Shevchuk porta la reliquia de la sangre de San Jenaro durante su visita a Nápoles en noviembre de 2018, cuando se reprodujo el milagro de la licuefacción. Foto: UGCC. |
«La donación de las reliquias de San Genaro a la UGCC es un signo de la proximidad de la Iglesia de Nápoles a todo el pueblo ucraniano y nuestra solidaridad en este difícil momento de pruebas que debe superar», indicó el Cardenal Sepe con motivo del obsequio, según reportó RISU. El purpurado recordó la visita del Arzobispo Mayor Sviatoslav Shevchuk a Nápoles durante la conmemoración de las víctimas del Holodomor (Genocidio ucraniano a manos de la Unión Soviética) en noviembre de 2018, cuando la sangre del Santo se hizo líquida de manera inesperada. «Este evento trajo la exaltación espiritual de nuestros fieles y se registró en la historia de los milagros de la sangre de San Jenaro», afirmó el Cardenal.
El Jefe de la Secretaría de Primados de la UGCC en Roma, P. Andriy Soletsky, recibió la reliquia en nombre de Mons. Shevchuk y agradeció al Arzobispo por «el valioso regalo que la Iglesia de Nápoles compartió con la Iglesia Greco Católica Ucraniana». Como obsequio al Cardenal Sepe, le ofreció un ejemplar del libro «Perseguidos por la Verdad», que reúne documentación fotográfica sobre la persecución de los grecatólicos ucranianos durante la Unión Soviética.
San Jenaro fue Obispo de Benevento y martirizado en el año 305, durante la persecución de Diocleciano y Maximiano, la última antes del reconocimiento de la libertad religiosa de los cristianos realizada por el emperador Constantino. El Santo fue arrojado a un horno en el que no sufrió daño alguno, luego fue arrojado a las fieras, que se rehusaron a atacarlo, y finalmente decapitado en la Plaza Vulcana. Su sangre, conservada de manera sólida en un relicario, desde hace más de 400 años se hace líquida de forma inexplicable el día 19 de septiembre, aniversario del martirio, así como el 16 de diciembre (fiesta del Santo) y el primer domingo de mayo (fiesta de su traslado). Los fieles han relacionado el portento a una especial protección de Dios sobre la ciudad.
Con información de RISU.
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