Madrid (Viernes, 05-07-2019, Gaudium Press) Con el lema «No hagas a nadie lo que tu aborreces», tomado del libro de Tobías en el Antiguo Testamento (Tob 4, 15), la Iglesia en España conmemorará este domingo 7 de julio la Jornada de Responsabilidad en el Tráfico, evento que tiene lugar cada año con motivo de la fiesta de San Cristóbal, patrono de los conductores.
Mons. José Sánchez González, Presidente del Departamento de Pastoral de Carretera de la Conferencia Episcopal Española (CEE), ha dirigido un mensaje a todas la personas que están relacionadas con la movilidad humana -conductores, transportistas, camioneros, taxistas, policía del tráfico, entre otros- en el que hace un llamado a vivir la virtud de la prudencia.
Refiriéndose al lema de la jornada, el prelado recuerda las palabras de Jesús en el Evangelio de Lucas cuando dice: «Y como queréis que la gente se porte con vosotros, de igual manera portaos con ella» (Lc 6, 31), y reflexiona: «Si cuando tomamos el volante entre las manos tuviéramos presentes estas palabras de Jesús y nos las aplicásemos a nosotros mismos, seguramente que nuestro comportamiento como conductor o peatón cambiaría mucho».
Cartel de la Jornada de la Responsabilidad en el Tráfico que llega a su edición numero 51 / Fuente imagen: CEE. |
Hablando luego a los consejos que ofrece el Libro de Tobías, Mons. Sánchez Gonzáles dice: «Si estos consejos de Tobit los hiciéramos propios los conductores ya lo creo que cambiaría, y mucho, nuestra forma de conducir y comportamiento». A lo que añade: «Si somos personas de fe, no puede faltar en nuestro vehículo un momento de oración y gratitud a Dios para que ‘oriente tu conducta’ (Tob 4, 19), así como el respeto a sus santos mandamientos, con especial hincapié en el quinto: no matarás. ‘La vida humana dice el Catecismo de la Iglesia Católica, ha de ser tenida por sagrada (…); solo Dios es Señor de la vida'».
El presidente del Departamento de Pastoral de Carretera de la CEE también recuerda que al arcángel San Rafael se le invoca con frecuencia implorando la protección en la carretera, e invita a los conductores a hacer lo mismo: «Sin lugar a duda, en el libro de Tobías el arcángel san Rafael tiene un protagonismo destacado como guía que ‘conoce bien todos los caminos’ (Tob 6, 5); de ahí que se le invoque a este arcángel como abogado de los caminantes y viajeros. ‘Iré con él -le dice el arcángel san Rafael a Tobit- y no temas: sanos partimos y sanos volveremos. El camino es seguro’ (Tob 5, 17)».
El prelado igualmente hace un llamado a practicar el respeto a la hora de conducir un vehículo, «no por temor a la multa o pérdida de puntos, sino por responsabilidad y amor».
«En la carretera no basta conducir bien y cumplir las normas; ‘se debe tener en cuenta el escaso sentido de responsabilidad de muchos conductores que a menudo parece que no se percatan de las consecuencias graves de sus descuidos, por ejemplo, el uso impropio del teléfono móvil’ alcohol o drogas», señaló Mons. Sánchez González citando palabras que dirigió el Papa Francisco en el 2017 a la Dirección General de la Policía Urbana de Roma.
Animando a una mayor vivencia de la Jornada, el Departamento de la Pastoral de la Carretera de la CEE, que hace parte de la Comisión Episcopal de Migraciones, ha preparado una serie de subsidios para celebrar la Fiesta de San Cristóbal y la Jornada de la Responsabilidad en el Tráfico.
Entre ellos está un subsidio litúrgico para las celebraciones Eucarísticas del 7 de julio y la bendición de los vehículos, el Mensaje de Mons. José Sánchez González, una estampa con la oración a Nuestra Señora Virgen de la Prudencia, y los carteles de la jornada en castellano, catalán, euskera y gallego.
Oración a Nuestra Señora Virgen de la Prudencia
Virgen santísima de la Prudencia, Señora y Madre mía, al subir una vez más al vehículo y tomar el volante entre mis manos sé que no es un juego de niños.
Por eso me dirijo a ti, Virgen prudente, para pedirte un buen viaje.
Guía mi camino por el cumplimiento de las normas de tráfico, para que -con la debida a tención y prudencia- llegue felizmente a mi destino.
Madre, ayúdame a gozar del viaje y evitar toda clase de accidentes, para bien mío, de los que me acompañan o circulan junto a mí.
San Cristóbal, patrono de los conductores, ayúdame a conducir con responsabilidad y en debidas condiciones, no por temor a la multa, sino por amor a Dios y respeto a mi prójimo. Amén.
Con información de la Conferencia Episcopal Española.
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