Portugal – Fátima (Martes, 16-07-2019, Gaudium Press) El Obispo Auxiliar de Lisboa, Mons. Daniel Henriques, presidió la Peregrinación Internacional Aniversario de julio al Santuario de Fátima. Las celebraciones ocurrieron en los días 12 y 13 de julio, señalando la tercera aparición de Nuestra Señora a los pastorcitos.
En su homilía de la Misa de Cierre de la Peregrinación, Mons. Daniel Henriques reflexionó sobre las «horas sombrías» por las cuales todos pasamos. «¿Quién no experimentó ya, las sombrías horas de tribulación y de angustia? ¿Quién no sintió ya su corazón envuelto en tristeza y ansiedad? ¿Y? Esta nuestra condición humana: ¿si vivimos momentos serenos, de tranquilidad, recordamos que no siempre así estuvimos y bien sabemos que una cortina negra como brea puede caer, repentina, sobre nuestra vida y de cuantos nos son próximos?», preguntó.
«En esos momentos, sin saber cómo, nos sentimos habitados por una paz que tiene su origen, no en la supresión de los problemas ni en cualquier discernimiento racional, sino en una presencia consoladora e inefable, que nos hizo sentir como un niño en el regazo de la madre», añadió.
Según el prelado, «este consuelo nos viene, en la medida en que sepamos asociarnos a los sufrimientos de Cristo. Participar en sus sufrimientos es participar de sus consuelos. Asociémonos a los sufrimientos de Cristo en su Cuerpo, que es la Iglesia, en el sufrimiento que Él padece en sus miembros. Acojamos el consuelo de la parte de Dios que nos viene por esta entrega. Así consolados, tornémonos nosotros también consoladores, en palabras y gestos concretos cargados de ternura y compasión».
En seguida, habló sobre San Francisco Marto, «el santo de la contemplación y la consolación», y lo presentó como un «admirable ejemplo de alguien que trató de consolar al propio Dios». El prelado trató además del Espírito Santo, «el consolador», que conduce a los fieles, los ilumina interiormente y los conforta en todas las tribulaciones.
Mons. Daniel Henriques alertó también de la actual persecución hecha a los cristianos por causa de su Fe, y el silencio «acomodado» de países y ciudadanos de cara al drama de esa persecución. En esa línea, afirmó además que «la voz del Papa Francisco no se calla ni se desvanece al denunciar estas situaciones» y que el Santuario de Fátima, «consciente de su vocación y misión en la Iglesia, constantemente nos envuelve y desafía en la oración por los cristianos perseguidos».
Concluyendo su homilía, el Obispo Auxiliar de Lisboa exhortó a los fieles a contemplar «el corazón y la vida de la Madre del Cielo» y a reconocer en ella «el espejo purísimo donde se refleja la ternura y el consuelo de Dios».
En este mes de julio, las celebraciones contaron con la participación de 72 grupos de peregrinos provenientes de los siguientes países: Portugal, España, Francia, Italia, Polonia, Alemania, Reino Unido, Bélgica, Austria, Hungría, Malta, Brasil, Colombia, Estados Unidos de América, Líbano, Costa de Marfil, Islas Mauricio, Corea del Sur y Filipinas.
Ya la celebración del sábado contó con la participación de un grupo de 100 tripulantes del Barco Amerigo Vespucci de la Marina Italiana, acompañados por el capellán del barco, Mons. Pietro Folino Gallo y concelebraron 110 sacerdotes y siete Obispos. (EPC)
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