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Montevideo (Miércoles, 17-07-2019, Gaudium Press) La Comisión Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Uruguaya publicó una declaración sobre el proyecto de ley integral de las personas trans que recordó la posición de los prelados asumida en la declaración «No A La Discriminación, Sí Al Respeto» de 2014. En el documento los prelados rechazan cualquier forma de discriminación injusta pero advierten en contra de quienes «quieren imponer la `ideología de género´ y no toleran otras concepciones de la sexualidad, del matrimonio y de la familia, en particular la visión judeo-cristiana de la que somos dichosos herederos».
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| El proyecto de ley socava la potestad de los padres de familia y pretende ‘deconstruir’ los criterios básicos de la identidad biológica en contraposición a la doctrina cristiana, la experiencia común y la evidencia científica. |
La comisión episcopal lamentó que el lenguaje del proyecto de ley identifique como una «convención» la identificación del sexo masculino y femenino en el momento del nacimiento, una opinión contraria a la doctrina y la filosofía cristianas y también a la evidencia científica. «Ante este proyecto de Ley, la Comisión de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Uruguaya quiere aclarar que la ciencia y la común experiencia, en oposición a las afirmaciones anteriores, enseñan que el sexo biológico es independiente de toda ley y de toda convención humana», afirmaron los Obispos.
«Estas afirmaciones nos alertan, porque el final del proceso ‘deconstructivo’ no puede ser otro que una sociedad formada por individuos solitarios sin más ligamen que la propia idea que tengan de sí mismos», alertaron los prelados, quienes señalaron que la norma «llega a proponer que los menores de 18 años puedan solicitar cambiar su registro de nombre y sexo, y que puedan acceder a tratamientos médicos que alteren su normal desarrollo».
Además, se propone que no sea necesaria la autorización de los padres para este tipo de tratamientos, lo que despierta nuevas preocupaciones a la Iglesia. «Nos preguntamos: ¿es lógico considerar que un niño o un adolescente menor de edad tienen la suficiente madurez, para tomar una decisión de tal magnitud que podría afectar su vida irreversiblemente?», cuestionaron los prelados «A su vez: ¿puede una ley desautorizar y desvalorizar a las madres y padres de familia, pasando por encima de su patria potestad en una materia de tanta importancia? Por último: sustituir a los padres por un representante estatal en una decisión tan compleja, ¿no es una actitud propia de los estados totalitarios?»
«En suma, queremos llamar la atención sobre la filosofía individualista que, a nuestro juicio, inspira el proyecto de ley; confiamos que quienes tienen la misión de legislar lo harán pensando en el bien común, actual y futuro, de nuestra sociedad», concluyó la Comisión. «Pedimos que el don de la Sabiduría los ilumine».
Con información de Comisión Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Uruguaya.
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