Jolo (Miércoles, 17-07-2019, Gaudium Press) La Catedral de Jolo, Filipinas, abrió sus puertas el 16 de julio, tras haber permanecido cerrada desde el mes de enero, cuando un atentado terrorista contra el templo causó 20 muertes y numerosos heridos. La Catedral fue reconsagrada por el Nuncio Apostólico en Filipinas, Mons. Gabrielle Caccia.
Primera Eucaristía en la Catedral de Jolo tras el atentado. Foto: CBCP News. |
La reconsagración fue celebrada en la fiesta patronal de la Catedral, encomendada a Nuestra Señora del Monte Carmelo, y cientos de creyentes se dieron cita en el templo para celebrar la recuperación tras el ataque. La ceremonia fue concelebrada por los Arzobispos de Davao, Zamboanga y Cotabato, Mons. Rómulo Valles, Mons. Rómulo Dela Cruz y Mons. Angelito Lampon, y el Obispo de Marawi, Mons. Edwin Dela Peña.
El impacto que causó la tragedia aún permanece en el recuerdo de los católicos locales, y la memoria de las víctimas es honrada como la de mártires. «Valientemente se quedaron en Jolo a pesar de las amenazas e inseguridades», recordó el P. Romeo Saniel, Administrador Apostólico de Jolo, días después de los ataques. «Creo que han muerto por su fe cristiana. No hay palabras que puedan describir la pena y el dolor que sentimos en estos días».
La opinión del Administrador Apostólico es compartida por el P. Jeff Nadua, sacerdote de la Catedral de Jolo. «Si los sacerdotes y Obispos asesinados aquí han sido llamados mártires, ¿qué es más que los feligreses que murieron el día de su adoración, después de que dijeron ‘creo en Dios’ fue cuando murieron?», comentó el sacerdote. «Estos son verdaderos mártires, los que murieron allí».
Con información de CBCP News y Rappler.
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