Nuevo Superior filipino de los Dominicos continúa la búsqueda de los restos del primer Obispo nativo de Filipinas

Roma (Lunes, 22-07-2019, Gaudium Press) Como parte de los preparativos para la celebración de los 500 años de la llegada de la fe católica a Filipinas, que se celebrará en 2021, la Iglesia local espera recuperar los restos de su primer Obispo nativo, Mons. Jorge Imperial Barlin , quien falleció en 1909 durante una visita a Roma. Para lograrlo, el nuevo superior de los Dominicos, también de nacionalidad filipina, se ha unido a la búsqueda.

Mausoleo Dominico del Cementerio de Campo Verano en Roma. Foto: CBCP News.

«Jorge Barlin es muy importante porque fue el primer Obispo filipino, comentó el Padre Gerard Timoner, Maestro de la Orden de Predicadores, a CNA. «Durante muchos años, cientos de años de evangelización, en realidad, Filipinas siguió siendo un territorio misionero en el sentido de que no había clero nativo». El nombramiento de Mons. Imperial Barlin significó la superación de esta etapa.

Los sacerdotes filipinos de su época no tenían cargos de autoridad al interior de las diócesis, pero el entonces P. Imperial Barlin ganó la confianza y aprecio del Obispo Francisco Gainza, de origen español. A la muerte del prelado fue enviado a pueblos pequeños pero demostró un notable liderazgo y capacidad de administración, por lo que fur nombrado Vicario de la Provincia de Sorsogon y párroco de su ciudad capital. Su región fue exenta de las más graves hostilidades de la revolución filipina contra España.

Finalmente, en 1898, los españoles huyeron de Filipinas, y las autoridades confiaron al sacerdote la responsabilidad de guiar a la población tras su salida. El sacerdote tuvo que dirigir el paso del mandato a las autoridades estadounidenses que tomaron control del país y luego tuvo que enfrentar los desafíos del tiempo de revolución en contra de los americanos. En la Iglesia filipinas se generó un cisma a causa de los movimientos independentistas y el líder de la llamada Iglesia Católica Independiente de Filipinas, el P. Gregorio Aglipay, le ofreció a Barlin el cargo más alto de su organización, que ocupó los templos católicos. El P. Barlin demandó a los cismáticos para recuperar los templos y logró preservar el patrimonio de la Iglesia en los tribunales.

En 1905 fue nombrado Obispo de Nueva Cáceres y su consagración episcopal se celebró en Manila, cuando tenía 56 años de edad. Sólo tres años después, durante su primera visita ad limina a Roma, cayó gravemente enfermo y falleció. Fue enterrado en el Mausoleo Dominico del Cementerio de Campo Verano en Roma, pero con el tiempo se perdió el registro de la ubicación de sus restos. El Maestro de la Orden de Predicadores, actúa como contacto de su congregación con el Seminario Filipino en Roma para realizar la búsqueda. En el momento de ser hallado, ya se ha autorizado el traslado de los restos a Nueva Cáceres, donde se le dará sepultura en la Catedral.

Con información de Catholic World Report.